La capa de Fuenteovejuna

Tras el procesamiento de Jon Idígoras, considerado por el juez Baltasar Garzón como "representante legal de HB" y responsable, por tanto, de la difusión de vídeos de ETA en la campaña electo ral, sus compañeros de la dirección hicieron público el acuerdo de "asumir de modo colectivo todas las consecuencias represivas o policiales que se deriven de la censura política adoptada por el Gobierno español". Según HB, son sus estatutos los que establecen que la representación legal de la formación recae sobre todos los integrantes de su dirección, la Mesa Nacional.En las mismas fechas, los integrantes de la dirección de HB decidieron "asumir colectivamente" la decisión de no comparecer ante "los jueces y tribunales españoles" y hacer caso omiso a la prohibición de no difundir el vídeo de ETA. En su actitud ante los jueces, como ante otras instancias, HB se ha caracterizado por la práctica retórica del "Fuenteovejuna, todos a una". Es una manera de blindarse ante las responsabilidades individuales, de camuflar y diluir en el grupo las actitudes y comportamientos de esos caracterizados y todopoderosos dirigentes de KAS y HB que se significan por practicar la amenaza, velada o encubierta, y por su autoridad para presagiar los desastres.

Ese Fuenteovejuna en el que todos se responsabilizan de todo oculta al círculo restringido de dirigentes, el llamado "KAS técnico", en el que, según la policía, participa la propia ETA.

Al margen de las responsabilidades colectivas, es también la manera de camuflar el absoluto dominio de KAS en las estructuras de HB, una forma de involucrar al resto de los dirigentes en la dinámica de enfrentamiento teorizada en la ponencia Oldartzen y sancionada con la renovación de la Mesa Nacional que dejó fuera a los disidentes.