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Un banco forzó la marcha de Keegan para proteger la cotización del Newcastle

Ejecutivos del NatWest Markets, el banco mercantil que dirige la inminente salida a Bolsa del equipo de fútbol inglés Newcastle United, forzaron en una reunión secreta la dimisión del entrenador del club, Kevin Keegan. Ésta es, al menos, la versión ofrecida por el diario The Times sobre la sorprendente retirada de Keegan en mitad de la temporada, que ayer acaparó los titulares de toda la prensa británica -incluido el económico The Financial Times-. El técnico era considerado como un activo del club y las dudas sobre su futuro podían afectar a la cotización de las acciones.

De acuerdo con dicha información, en una reunión celebrada el pasado martes, los ejecutivos in formaron al club de los riesgos que corría si Keegan, que ya había presentado su dimisión dos veces, optaba por hacer realidad sus própositos cuando el New castle cotizara ya en el mercado de valores de Londres. Para empezar, las regulaciones internas de la City obligaban al club a in formar de las dudas de su entrenador, ya que el técnico es un activo esencial en la salida a Bolsa. "Esto puede poner en duda el valor del Newcastle, basado funda mentalmente en el trabajo de Keegan, así que tendrán que buscar un sustituto de garantías", señaló un analista financiero. Por esa razón, nombres como los de Robson, Toshack, Dalglish y Waddle figuran entre los primeros candidatos.El Newcastle United, que anunciará la semana próxima su salida a Bolsa por un valor aproximado de 175 millones de libras (unos 35.000 millones de pesetas), sigue los pasos del Manchester United, valorado en 400 millones (unos 80.000 millones), y de otros equipos menores que en el Reino Unido empiezan a funcionar más como sólidas empresas dedicadas al entretenimiento que como entidades deportivas (hay ocho clubes británicos en bolsa y cinco más que han anunciado planes al respecto).

Las sumas fabulosas que manejan los clubes, procedentes en gran parte de la venta de los derechos televisivos, les han convertido en auténticas maquinarias productivas. Los goles son el producto esencial, pero sobre la base del éxito deportivo se asienta un impresionante negocio que en el caso del Manchester va mucho más allá de la venta de camisetas y llaveros con los colores del club.

El Newcastle, un equipo modesto que emergió como una estrella capaz de presentar batalla al Manchester gracias, entre otras cosas, al trabajo de Keegan que se incorporó en 1992, marcó un hito en el mercado de fichajes este pasado verano con el fichaje de Alan Shearer por el que el club pagó 15 millones de fibras (3.000 millones de pesetas). Pero los éxitos de Keegan no se tradujeron en títulos.

Keegan, de 45 años, casado y padre de dos hijas, había envejecido mucho a lo largo de los cinco años consumidos como técnico del Newcastle. Millonario como ex jugador, el ex entrenador no necesita trabajar más. Según Terry McDennott, segundo de Keegan, es poco probable que el héroe de Newcastle regrese al fútbol una vez apartado de él.

El Newcastle dirige sus pasos hacia España y ha abierto dos frentes: uno en Barcelona, para hablar con Robson, y otro en Marbella, para entrevistarse con John Toshack, que tiene casa en dicha localidad andaluza. Las oficinas del Barcelona, de hecho, recibieron ayer constantes llamadas de periodistas británicos interesándose sobre esa posibilidad. Robson procede también del norte de Inglaterra y tiene cierto cartel y prestigio en esa región. Un portavoz del Barça, sin embargo, aseguró no saber recibido ninguna llamada del Newcastle.

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