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La violencia integrista se cobró el domingo 43 muertes en Argelia

El pasado domingo pasará a los anales de la guerra civil encubierta que sufre Argelia desde hace cinco años como una de sus jornadas más sangrientas. Las informaciones publicadas ayer por la prensa de Argel elevan hasta 43 muertos y 68 heridos el trágico recuento de víctimas. Cuando se acerca el Ramadán, el mes sagrado musulmán de ayuno y oración, los grupos integristas armados reavivan la llama de la yihad (guerra santa).La matanza ocurrida en Dhamia (150 kilómetros al sur de Argel) segó 34 vidas, según el diario Le Matin, frente a las 28 muertes confirmadas inicialmente por los servicios de seguridad argelinos. Un comando islámico se apoderó de esta aldea de la provincia de Ain Defla y acribilló a tiros a un grupo de civiles, entre los que había mujeres y niños. Los guerrilleros remataron a los heridos a cuchillo y descuartizaron con hachas algunos cadáveres..

El terror en las zonas rurales se extiende por los caminos, según aseguraba ayer el periódico independiente Liberté. Ocho campesinos murieron también el domingo al estallar una mina al paso del tractor con el remolque en el que viajaban hacia la aldea de Zedin, cercana a Dhamia. En la localidad costera de Kolea, 40 kilómetros al oeste de Argel, al menos 10 trabajadores resultaron heridos al estallar una bomba cerca de su vehículo, según una información de El Watan.

El rotativo L'Authentique, oficialista, precisaba a su vez que uno de los heridos graves en el atentado con bomba contra un café del distrito de El Harrach de Argel murió la noche del domingo en un hospital. Testigos del suceso aseguraron que dos jóvenes abandonaron en el local una bolsa que ocultaba el explosivo. Desde hace varias semanas los propietarios de los cafés hacen registrar todos los paquetes que portan los clientes.

"Terrorismo residual"

Tras cuatro atentados con bomba en una semana, los grupos armados integristas parecen querer de mostrar que pueden actuar tanto en, la capital como, en las áreas rurales, para desmentir así la afirma ción del régimen del presidente Liamín Zerual de que en Argelia ya sólo queda un "terrorismo residual". Por otro lado, las autoridades argelinas han prohibido la celebración de un acto público convocado para el próximo jueves en Argel por el grupo denominado Llamamiento por la Paz, en el que se integran personalidades de la oposición democrática como el ex presidente Ahmed Ben Bella y el líder del Frente de Fuerzas Socialistas, Hocin Ait Ahmed, y que había recibido el apoyo del Frente Islámico de Salvación (FIS).

El ex primer ministro argelino Mulud Hamruch, jefe de filas de la corriente renovadora del Frente de Liberación Nacional (FLN, antiguo partido único), aseguró que las autoridades, que habían dado su visto bueno el domingo para la celebración del mitin, cambiaron ayer de opinión sin dar explicaciones.

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