Emboscadas televisivas
Polémica en Estados Unidos por el empleo de cámaras ocultas en los programas de investigación
La cadena de televisión ABC, una de las cuatro grandes de Estados Unidos, recibió la semana pasada una doble reprimenda judicial por utilizar en sus informativos el sistema de cámara oculta para investigar a particulares y empresas a fin de desvelar supuestas corrupciones. La práctica no es nueva, pero, según ha informado The New, York Times, las demandas contra las cadenas de televisión por utilizar este tipo de métodos de investigación están en aumento en Estados Unidos y crean un clima de desconfianza hacia los medios.El periodista y escritor Tom Wolfe, inactivo desde la publicación de La hoguera de las vanidades en noviembre de 1987, ha aprovechado la actualidad de la polémica para su regreso literario. En su último relato, Ambush at Fort Bragg, publicado este mes en la revista Rolling Stone, Wolfe se plantea la ética de las televisiones y su capacidad de manipular la información relatando la trampa con cámara oculta que tiende una cadena de televisión a un grupo de militares homófobos acusados de matar a un homosexual.
El pasado miércoles, un juez de Miami, Florida, obligó a la ABC a pagar 10 millones de dólares (1.300 millones de pesetas) a un banquero que, en 1991, había sido objeto de una investigación con esa técnica sobre sus tratos con sus socios. Dos días después, un jurado decidió que esa misma cadena era culpable de fraude por realizar y emitir un documental sobre una cadena nacional de supermercados, que se suponía vendía alimentos en mal estado.
Ese documental se remite a 1992, cuando dos reporteros de la ABC se infiltraron como empleados en los supermercados de la cadena Food Lion y, una vez dentro, grabaron conversaciones e imágenes de manipulación de alimentos. Food Lion demandó a la ABC, que ahora es propiedad de Walt Disney, por engañarles a 1 ' a hora de solicitar empleo y ser deshonestos en el. trabajo. Portavoces de esa empresa, que no percibirá indemnización por daños y perjuicios sino sólo un reembolso de lo que pagó a los falsos empleados, se alegraron tras el veredicto del mensaje que se remitió a las televisiones: que se atengan a la legalidad como todo el mundo.
Los productores del programa Primetime Live, de la cadena ABC, explicaron en un comunicado que nunca se involucran "a la ligera en -operaciones encubiertas, pero que a veces son necesarias para sacar a la luz pública reportajes de importancia real". Un reciente artículo publicado en The New York Times recoge el ambiente de oposición que hay hacia las cadenas por este tipo de prácticas en el umbral de la legalidad, y asegura que, por esta razón, cada- vez están llegando más casos a los tribunales. "Ni el Gobierno ni una empresa privada pueden hacer lo que se permite hacer a los medios de comunicación", denuncia una fuente de ese diario.Los programas 20/20 y Primetime Líve de la ABC, así como Dateline, de la NBC, son los que más recurren a la cámara oculta para desvelar desde estafas financieras y fraudes dé fontanería hasta prácticas irregulares de contratación. En términos de audiencia, estos segmentos tienen una enorme aceptación popular, y actualmente muchos telediarios nocturnos ofrecen una sección fija.
Cercanas a las escuchas ilegales y al acoso periodístico, la mayoría de las investigaciones con cámara oculta que se hacen en Estados Unidos versan en torno a cuestiones de consumo e interés. público, y no se emiten en - programas sensacionalistas, sino en los informativos de gran prestigio y audiencia. Uno de. los más jugosos, emitido hace unos días en la cadena ABC, fue el diseñado para desvelar las prácticas de contratación de una empresa que negaba puestos de trabajo a candidatas gordas para dárselos luego a otras de mejor aspecto físico. Una vez captados en vídeo estos momentos bochornosos, por lo general un presentador del programa se presenta con las cintas ante la víctima o sale de detrás de un espejo unidireccional donde estaba escondido, momento que se conoce como la emboscada.
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