Arquitectos sin Fronteras promueve la recogida de material de construcción

La organización no gubernamental para el desarrollo Arquitectos sin Fronteras está llevando a cabo una campaña de recogida de material sobrante de construcción cuyo objetivo final es la autoconstrucción de viviendas del Cuarto Mundo (dentro del propio país), "hechas por gente que no tiene recursos para gente que tampoco los tiene" explica el nuevo presidente de esta organización Alfonso Navarro Guzmán.

La nueva Junta de Arquitectos sin Fronteras pretende que el Ayuntamiento o la Comunidad de Madrid les facilite un almacén donde poder clasificar los materiales para poder acometer las pequeñas obras de mayor urgencia que les han solicitado otras organizaciones no gubernamentales. Entre ellas, las viviendas en malas condiciones de enfermos de sida, los centros de recogida de niños y de la tercera edad, y los locales de asistencia donde se realoja a las presas parturientas."La creación de un fondo sobrante de materiales de construcción nos permitiría actuar con más agilidad y con menor coste en la rehabilitación de viviendas de personas que viven en condiciones infrahumanas o inadecuadas para su salud, seguridad o dignidad. Al mismo tiempo, contribuimos a la mejora medioambiental, evitando que estos materiales lleguen a vertederos excesivamente saturados", explica Alfonso Navarro.

Arquitectos sin Fronteras nació en 1992 con la voluntad de aportar asistencia en el campo de la planificación y proyección arquitectónica, la edificación y el urbanismo, y la ordenación del territorio y el medio ambiente a las poblaciones en vías de desarrollo y a las afectadas por cataclismos, situaciones beligerantes y por condiciones naturales o económicas desfavorables.

Proyectos internacionales

Un centro para la promoción integral de la mujer en Guatemala y otro en Jerusalén, la ampliación del recinto educativo y de acogida en Colombia, la reconstrucción de un campamento para exploradores y un taller-escuela en Cuba, la creación de escuelas primarias y para la formación del profesorado en Haití, un centro de capacitación profesional en Perú, uno de formación integral campesino en El Salvador y otro para discapacitados y afectados de la piel en Nicaragua son algunos de los proyectos que han puesto en marcha este año Arquitectos sin Fronteras.Los cerca de 5.000 arquitectos que integran esta asociación realizan estas tareas sin cobrar nada a los beneficiarios y mueven presupuestos cercanos a los 1.000 millones de pesetas anuales. Para proyectos concretos cuentan con la ayuda de la Agencia Especial de Cooperación Internacional, el ministerio de Asuntos Sociales y los ayuntamientos y comunidades autónomas.

Sus gastos los cubren con las 10.000 pesetas de cuota que cada uno de ellos paga al año (2.000 los estudiantes) y el 0,7% que aportan los 12 colegios de arquitectos españoles, pero "nuestro tiempo, nuestro trabajo y nuestra profesionalidad es el mayor baluarte con el que contamos", afirma el presidente de Arquitectos sin fronteras.

Navarro destaca que esta organización es una fuente de formación permanente, tanto profesional como humana, para sus asociados y sobre todo para los estudiantes y recién licenciados quienes, además de desarrollar una importante labor social, aprenden "la utilidad primaria del espacio arquitectónico, con unos medios mínimos".