Marcos Vales rompe el sueño del Depor
Julio Salinas se despide del Sporting con el gol del empate
A los diez minutos, con 0-1 y El Molinón incendiado contra el Sporting, los 2.000 coruñeses que viajaron hasta Gijón empezaron a soñar con un Deportivo líder por Navidad. Tenían motivos. Con el rival grogui, despreciado por su propia gente, cuatro goles más eran perfectamente posibles. Pero Lendoiro, el abanderado del libre mercado, vio esfumarse esas opciones por culpa de una gran jugada de Marcos Vales, un damnificado de la cantera coruñesa, y al oportunismo de Salinas, que por si acaso se despidió con un gol. Quizá después de las fiestas, Salinas se vaya a Japón, dejando al Sporting con el agua al cuello, pese al puntito de ayer.Frente a un equipazo como el Depor, al Sporting sólo podría salvarle el orden y la lucha. El marcador inicial era la mejor noticia para un conjunto que tenía enfrente a Songo'o, un portero que encaja un gol cada dos partidos, según las estadísticas. Por eso cuando Rivaldo agitó, el tarro de la magia y la dinamita de la nueva generación brasileña, aquello parecía visto para sentencia. Así lo entendieron los espectadores más próximos al palco, que sacaron los pañuelos contra el presidente. Todo un récord de enfado mal contenido. Dos minutos después, cuando Armando entró hasta la cocina y Madar remató al lateral de la red, casi todo El Molinón se levantó en armas. El Deportivo jugaba como en casa, con un control total de la situación, aunque también con esa falta de contundencia que le caracteriza y que le impide rentabilizar su enorme caudal de juego. Tambien notó la escasa aportación de Fran, que desentonó al lado de sus excelentes compañeros de línea, Martins y Rivaldo.
El Sporting aguantó lo suficiente para que entrase en acción Marcos Vales, el ex deportivista que ha explotado tras dos años en la inopia. Como Bango y Avelino eran incapaces de generar un gramo de fútbol por el centro, el Sporting se encomendó a Marcos Vales y a Tomás, los amos de las bandas. Así llegó el empate, en un balón peleado por Marcos Vales, que sentenció con una asistencia de lujo para Salinas. El remate no fue gran cosa, pero allí estaba la bota de Julio, la más rápida en el área, para adelantarse a los integrantes de la defensa más rocosa de la Liga.
El empate chafó al Depor, pero salvó el partido. El Deportivo siguió siendo más equipo, pero ya tuvo un rival del que cuidarse. Pudo y mereció ganar, pero también se llevó más de un susto cuando Marcos Vales y Tomás se acercaron a Songo'o. Marcos Vales estuvo a punto de marcar aprovechando la soledad de la portería tras un rechace del camerunés. Y Tomás lanzó magistralmente una falta que Songo'o salvó in extremis para mayor gloria de su promedio (ocho goles encajados en 16 partidos) y salvaguarda a su equipo de la condición de invicto.
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