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El Gobierno insta al fiscal general a que actúe contra HB por los sucesos de Getxo

El Gobierno, a través del Ministerio de Justicia, ha solicitado al fiscal general del Estado, Juan Cesáreo Ortiz Úrculo, que investigue si hay indicios de delito en la manifestación que Herri Batasuna (HB) celebró, el pasado domingo en Getxo, en el curso de la cual se pidió que los empresarios paguen el impuesto revolucionario a la organización terrorista ETA. Además, el Gobierno le indica que investigue si actuaciones similares realizadas con anterioridad, tanto de Herri Batasuna como de otras organizaciones radicales del País Vasco, pueden ser constitutivas de delito.

El Gobierno se ha dirigido a Ortiz Úrculo en virtud del artículo octavo del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, según el cual se autoriza al Ejecutivo, a través del Ministerio de Justicia a que solicite la intervención del fiscal general del Estado.Por otra parte, el consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa, apuntó ayer que los dos últimos atentados con granadas realizados contra los cuarteles de la Guardia Civil en Intxaurrondo (Guipúzcoa) y de la Policía Nacional en Betoño (Álava) pueden ser obra de un comando itinerante de ETA, compuesto por legales (activistas no fichados por la policía) con apoyos concretos en ambas provincias.

"La hipótesis con la que estamos trabajando es que se, trata de algún comando itinerante pero legal, que va depositando por ahí [las granadas] como si se tratara de un distribuidor de mercancías. Es muy sencillo, además, dejarlas y esperar a que el temporizador y el iniciador del sistema haga de las suyas", aseguró el consejero de Interior. La Ertzaintza cree, además, que los integrantes de este grupo cuentan con colaboradores en tareas de apoyo en las dos provincias.

Mientras tanto, la policía vasca no ha podido confirmar aún si los dos detenidos el miércoles, minutos después del atentado contra el cuartel del Cuerpo Nacional de Policía en Betoño (Álava), son los autores del ataque. Ambos, de 29 y 31 años, continuaban ayer en las dependencias policiales.

En el atentado contra el cuartel de la Guardia Civil en Intxaurrondo, ETA lanzó siete granadas de fabricación belga, aunque la mayoría de ellas cayó fuera de las instalaciones del cuartel y fueron localizadas en las proximidades de varias viviendas.

Las lanzaderas utilizadas eran iguales a las que horas antes los terroristas emplearon para atacar el cuartel de la Policía Nacional en Betoño. Los artefactos explosivos no lograron causar daños personales ni materiales.

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El delegado del Gobierno en el País Vasco, Enrique Villar, lamentó la acción terrorista en el cuartel de Inuaurrondo y recordó que la mayor parte de las bombas cayó junto a edificios vecinales.

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