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AJEDREZ: SUPERTORNEO MUNDIAL DE GRAN CANARIA

Un tercio de partidas no llega a 30 jugadas

Leontxo García

LLegan, hacen el paripé un rato y acuerdan tablas sin respeto a los aficionados y patrocinadores. Ocurre en todos los torneos de élite y también en el de Gran Canaria, el mejor de la historia: al menos una de las tres partidas diarias no llegó a las 30 jugadas en las seis primeras rondas. Tras la excepción memorable de la 7ª, sin ningún empate, ayer fue día de descanso. Se estudian soluciones, pero la mejor es que los jugadores cambien de mentalidad. Si quieren ganar mucho dinero deben convertir el ajedrez en un espectáculo con emoción.

Aunque los honorarios fijos y los premios no dejan de subir, las estrellas suelen enfadarse cuando se les critica por falta de combatividad: "Los empates acordados antes de subir al escenario son cada vez más escasos. Pero ¿qué podemos hacer si la posición que surge tras 20 ó 25 jugadas tiene un claro pronóstico de tablas?", es el argumento más frecuente. Olvidan señalar que -salvo excepciones como el español Alexéi Shirov, siempre en busca de la victoria y la creatividad- existe una tendencia general a no correr riesgos y a evitar las variantes más agudas, de lucha abierta. En un torneo como el de Gran Canaria, casi todos se dan por satisfechos con superar ligeramente el 50% de la puntuación; es decir, ganar una o dos partidas y empatar las demás.La hegemonía soviética durante 70 años y la convicción de que el ajedrez es un arte produce una mentalidad colectiva que se opone a las medidas drásticas: amonestación o multas por falta de combatividad, tres puntos por victoria y uno por empate, torneos por eliminatorias (y no por Liga), muerte súbita a base de partidas rápidas,... Los astros del tablero son deportistas para cobrar pero no artistas para trabajar, y se tapan los ojos ante ejemplos evidentes: la ópera también es un arte pero a Pavarotti no se le ocurre acabar un concierto a los 10 minutos porque está cansado.

Dos españoles forman la punta de lanza en la lucha contra el, cáncer de las tablas rápidas. Luis Rentero ha convertido a Linares en el Wimbledon del ajedrez con una mezcla de picaresca e inteligencia; junto a los astros, consagrados, invita a media docena "de fieras ansiosas por triunfar" a las que estimula económicamente para que se lancen a la yugular de los intocables. Así consigue "que haya sangre todos los días". José Cuchí, artífice del prestigioso Open de Nueva York, adonde emigró hace muchos años, aplica los criterios del libre mercado: eliminar los honorarios fijos -la élite cobra entre 2,5 y 9 millones de pesetas por ese concepto- y aumentar los premios.

EL TORNEO EN EL PAÍS DIGITAL. Quienes deseen seguir las partidas del Supertorneo en directo pueden hacerlo a través de EL PAÍS DIGITAL en la dirección http:/lwww.elpais.es

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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