Sabotaje en Nueva York

El pasado sábado por la tarde, el vuelo 923 de la compañía charter española Oasis, procedente de Madrid, tomó tierra en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York. Al aparato,. un Airbus 310, a la rampa de desembarque, una luz de emergencia advirtió al comandante José Rosich de un fallo en el FADEC, un dispositivo electrónico ubicado en el motor y esencial para el vuelo. Rosich no podía sospechar que un equipo de tierra de las líneas aéreas Delta le acababa de sustraer sin aviso alguno ese componente, poniendo en peligro a todo el pasaje y a la tripulación, como medida de presión por una deuda que Oasis tiene con esa aerolínea de Estados Unidos. Oasis, que declaró suspensión de pagos en España el pasado día 10, debe a Delta una suma no especificada por la subcontrata del motor de ese avión, el único de la compañía. Su inutilización ha bloqueado otros vuelos programados.De los 190 pasajeros que deberían haber tomado ese mismo avión, en el vuelo 922 de regreso a Madrid, 147, en su mayoría españoles, quedaron atrapados durante 24 horas en uno de los aeropuertos más grandes. y caóticos del mundo, en una saga con final feliz que estuvo a punto de amargarles las navidades. Se esperaba que un avión de Alitalia les devolviera a Madrid, vía Roma, en un vuelo que partiría del Kennedy a la 1.30 de la madrugada de hoy (hora española). "Esto es la ley del Oeste", protestaba ayer el inspector, de seguridad de Aviación Civil Angel Pazos, que había llegado a Nueva York en el vuelo 923 realizando una revisión de rutina. "No conozco precedentes", añadió refiríéndose al incidente, que Oasis ha calificado en una nota de prensa como de "auténtico sabotaje". Según Pazos, la extracción del FADEC podría haber desencadenado un incendio, al encontrarse encendido el sistema eléctrico del avión.

El vigilante jurado Antonio Velázquez había sobrepasado el límite de su Visa después de tres días en Disneylandia, y el estudiante de Jaén Andrés Cobo sólo tenía tres dólares en el bolsillo. Varios pasajeros compraron billetes de unas 100.000 pesetas para regresar a Madrid en otros vuelos anteriores, desoyendo las llamadas de solidaridad de la mayoría de los afectados, que querían reclamar en conjunto. El vicecónsul español en Nueva York, Federico Palomera, se desplazó al hotel Ramada para mostrar su apoyo al grupo, en el que había gente de todas las edades y procedencias, por lo general turistas que habían pasado una semana de vacaciones en Nueva York. Algunos hablaban de "histerismo progresivo" y otros se quejaban de la falta de respuesta oficial (ralentizada aún más por el fin de semana). "¿Pero dónde vamos a ir?", se preguntaba una mujer de 57 años. "Tengo depresión, estoy tomando Prozac y esto me está afectando mucho". Otro viajero se quedó en su habitación afectado de gripe, una madre buscaba leche para su hija de cuatro meses y, en un momento de tensión, una joven sufrió una lipotimia y se desvaneció sobre la moqueta del salón de baile que se habilitó como punto de encuentro.

"Me llamo Eloísa de la Higuera y vivo en Manhattan desde hace 35 años, aunque soy de Aranda de Duero. Viajo todos los años a España y esta aerolínea nunca había tenido ningún problema, funcionaba muy bien". De hecho, Oasis, con 400 empleados y en cuyo accionariado participó Banesto, se vio salpicada en su momento por el escándalo Mario Conde. Hasta ahora ofrecía precios muy competitivos entre Madrid y Nueva York, hasta de 30.000 pesetas ida y vuelta. Aviación Civil asegura que los precios bajos en una aerolínea no implican menor seguridad. Empresas de EE UU como Pan Am, TWA y la propia Delta han seguido volando en diversas ocasiones estando en suspensión de pagos. Delta se amparó en un párrafo de su contrato con Oasis que le da derecho a recuperar su motor por falta de pago "en cualquier sitio, sin petición o aviso, y sin una orden judicial o cualquier otro proceso legal".

El bloqueo del único avión de Oasis en Nueva York ha alterado otros vuelos previstos con este aparato. La compañía informó a la agencia Efe de que los pasajeros que tenían previsto volar ayer desde España a Cuba salieron en vuelos de Iberia y Spanair, y anunciaba que estaba tramitando una denuncia contra Delta por los perjuicios causados. Anoche- estaba negociando fórmulas para quienes tienen previsto desplazarse hoy con esta línea a Cancún.