La huelga de funcionarios acaba con impacto desigual y respeto a los servicios mínimos

Los empleados públicos mostraron ayer su protesta contra la congelación salarial con desigual éxito. La protesta dejó buena parte de los centros de enseñanza vacíos, el correo paralizado, consultas médicas suspendidas y las calles de algunas ciudades sin barrer.

Los servicios mínimos, decretados o pactados, se cumplieron, con la excepción de Correos, sobre todo en áreas básicas como hospitales y aeropuertos, por lo que no hubo incidencias. La huelga, a la que estaban convocados dos millones de funcionarios y empleados de algunas empresas públicas (Aeropuertos, RTVE o Fábrica de la Moneda), encontró un respaldo mayor de lo que reconoció el Gobierno (el 18,67%) y menor de lo que afirmaron los sindicatos (el 81,3%).

Pese a la disparidad de las cifras de las dos partes, el ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, y las centrales CC 00, UGT y CSI-CSIF coinciden en que el paro tuvo más éxito en la enseñanza, Correos, la Seguridad Social y la Agencia Tributaría. La jornada se desarrolló sin incidentes graves y con gran número de manifestaciones. Grupos de huelguistas acudieron a las entradas de los centros de trabajo y llevaron a cabo concentraciones y marchas por las grandes ciudades.

Pulso al Gobierno

El pulso entre los sindicatos y el Gabinete de José María Aznar no se cerró ayer. No hay indicios de que la congelación salarial para 1997 vaya a reconsiderarse y las centrales aseguran que mantendrán las movilizaciones hasta que se dé una salida digna al conflicto. Rajoy dejaba claro ayer que el diálogo se mantiene, aunque su único objeto no serán las retribuciones salariales, y dijo que está dispuesto a mantener abiertas las 14 mesas en las que se deben debatir el Estatuto de la Función Pública, la conversión de temporales en fijos y la movilidad, entre otros asuntos.Esas afirmaciones del ministro hacen prever a los sindicatos que "el conflicto puede durar toda la legislatura". Los dirigentes sindicales Carlos Sánchez (CC OO), Julio Lacuerda (UGT) y Avelino Montes (CSI-CSIF) creen, pese a todo, que el Ejecutivo tendrá que rectificar "su error político" y reconocer que ha vulnerado los acuerdos firmados por la anterior Administración.

El Gobierno reconoció un 25,7% de huelguistas en la enseñanza. En algunos colegios no hubo alumnos. Los padres optaron por no llevar a sus hijos, ante la posibilidad de que no hubiera profesores para atenderlos. Según la Federación de Enseñanza de CC 00, el seguimiento medio de la huelga fue de un 85,12% de media, tanto en los colegios e institutos como en las universidades.

Los representantes de este sindicato se quejaban ayer de que la Inspección de Educación no había requerido datos a los colegios públicos sobre la incidencia del paro. Según CC 00, la protesta en la enseñanza no solamente se debe a la congelación salarial, sino también "al malestar generalizado por la política educativa que está practicando el Gobierno del PP".

La sanidad, con unos servicios mínimos que superaron el 60% y la oposición de la Confederación de Sindicatos Médicos al paro, tuvo una situación cercana a la normalidad. En los hospitales se atendieron las urgencias, los quirófanos, las unidades especiales y buena parte de las pruebas diagnósticas. La huelga fue secundada por los dos sindicatos de enfermería, SATSE y SAE, que cifran el respaldo en el 75%, y provocó la suspensión de cientos de consultas.

En Correos no se cumplieron los servicios mínimos y tan sólo se atendieron las entregas urgentes y la paquetería. Sobre este sector, tanto las cifras oficiales como las de las centrales indican que el seguimiento de la huelga fue el más amplio. Rajoy lo cifró en el 40,5% de los empleados y los sindicatos, en el 90,61%.

Los aeropuertos apenas sufrieron. El de Barajas vivió la huelga con relativa normalidad, tras la negra jornada del martes en la que un incendio provocó el cierre al tráfico. Se cumplieron los servicios mínimos dictados (el 80%) y no quedó claro si los retrasos se debieron más a la huelga o a secuelas de la paralización del día anterior. El resto de aeropuertos vivió la jornada con normalidad.