Aznar anuncia unidades especiales contra el narcotráfico y reformas legales "si hacen falta"

"Me declaro beligerante contra la droga y el narcotráfico y, por lo tanto, actuaré en consecuencia. Si hacen falta reformas legales, las pondremos en marcha" manifestó ayer el presidente del Gobierno, José María Aznar, tras mostrar su "gran preocupación" por la sentencia del Tribunal Supremo que rebaja las penas a los implicados en el caso Nécora. De momento, anunció para enero la creación de unidades especiales contra ese delito y el de blanqueo de dinero. A su vez, el juez instructor de la causa, Baltasar Garzón, aseguró que las críticas no le desaniman: "Aún tengo arrestos para seguir luchando".

"No voy a aceptar que las personas que puedan dedicarse al narcotráfico campen por sus respetos por deficiencias de la legalidad o de la información". Así se pronunció José María Aznar en una entrevista concedida a la COPE Sin embargo, pese a mostrar su gran preocupación", no quiso opinar sobre la decisión judicial de rebajar a la mitad (de 12 a 6 años) las penas impuestas al matrimomo formado por Laureano Oubiña y Esther Lago, confirmar la absolución de Manuel Charlín y otros acusados y rechazar el indulto al arrepentido Ricardo Portabales, pieza clave en la investigación de Baltasar Garzón.Aznar anunció, eso sí, que en enero se crearán "unidades especiales de lucha contra la droga, el narcotráficó y el blanqueo de dinero". "Esta es la medida más eficaz", añadió, "junto a la cooperación en el ámbito internacional, en la que estoy trabajando y que espero que dé sus frutos".

En septiembre de 1994, cuando se produjo el fallo de la Audiencia Nacional, Felipe González, entonces presidente del Ejecutivo, reconoció la "alarma social" creada por las penas impuestas y pidió que fueran más severas. Los jueces le criticaron por entender que había incurrido en una "interferencia".

Mientras que el actual delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, indicó ayer que se están estudiando nuevas medidas legislativas para indagar en tomo al patrimonio de los narcos cuando estén condenados en firme, el anterior, Carlos Lópéz Riaño, reprochó a Garzón su actuación: "Alguien ha trabajado mal. Habría que preguntar a determinadas personas, muy protagonistas, por qué. Habría que preguntar a Garzón qué opina de esto".

Precisamente, Garzón comentó, en Onda Cero, que este fallo del Supremo "no debe ser sino el paso para que, de una vez por todas, se acometan reformas dentro de lo que es la investigación del narcotráfico y el crimen organizado". "El que haya unas sentencias que no respondan a las expectativas y una crítica permanente hacia mí", matizó, "no puede significar desánimo porque la lucha contra la droga no es [sólo] la condena de los narcotraficantes".

Garzón advirtió asimismo que, en función de los medios, "se hizo lo que se pudo y con exquisito rigor", y que no puede compartir que algunas cuestiones hayan quedado de la forma que han quedado, porque había elementos suficientes para hacer otra valoración.

En estos juicios, prosiguió, "el criterio respecto de los testimonios de los arrepentidos quizá no se está estudiando y valorando en su justo alcance". "Comprendo que tienen que estar sujetos a más observación que otros, pero en determinados delitos sólo se puede llegar a la cúpula de las organizaciones a través de estas personas", concluyó.

El propio Portabales consideró que, aunque el sumario se hizo a toda prisa, "había motivos para otro tipo de. condenas más severas". "Continuaremos perdiendo muchas batallas", agregó, mientras los narcos no tengan que demostrar de dónde sacan el dinero que mueven.

El defensor del Pueblo, Fernando Álvarez de Miranda, sugirió que se modifiquen las leyes para endurecer las penas para los delitos derivados del narcotráfico.

Por su parte, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, José Sánchez, se confesó "sorprendido" por el "desnivel" existente entre la condena social y la de los tribunales.