El Supremo reduce las penas del 'caso Nécora' y critica a Garzón

La Operación Nécora, la primera gran redada contra el narcotráfico llevada a cabo en 1990 por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, se desinfló ayer en el Tribunal Supremo. La sentencia firme hecha pública por el alto tribunal reduce aún más las ya leves penas impuestas por la Audiencia Nacional a algunos de los principales condenados. Además, el Supremo da un varapalo a la instrucción que en su día realizó Garzón, en la que aprecia irregularidades que, sin embargo, no cree suficientes para anular la causa.

Garzón basó parte de su instrucción en el testimonio del arrepentido Ricardo Portabales y éste es descalificado por el tribunal por estar lleno de "contradicciones y vaguedades". El fallo del Supremo reduce a la mitad las condenas impuestas al matrimonio formado por Laureano Oubiña y Esther Lago, confirma la absolución de Manuel Charlín y otros tres acusados y rechaza el indulto para el arrepentido Ricardo Portabales, pieza clave en la investigación de Garzón. Oubiña y su mujer, Esther Lago, son absueltos del único delito que les ligaba al narcotráfico: no se ha podido demostrar que los 429 millones que ingresaron en sus cuentas procedieran del blanqueo de dinero procedente de la droga. Ambos se quedan con una condena de seis años por delito fiscal. Oubiña no volverá a prisión y su esposa saldrá en breve.

El Supremo confirma también las absoluciones de Manuel Charlín y Alfredo Cordero, acusados de ser dos de los principales capos de la cocaína, porque las intervenciones telefónicas contra ellos acordadas por Garzón en su instrucción fueron declaradas ilícitas.

La sentencia absuelve a Joaquín Montañés Porto, condenado a 19 años, y Eulogio Romero Betanzos, condenado a 12. A José Rey Vila, condenado a 15 años de cárcel, se le rebaja la condena a 12 años. La sentencia fue acogida con indignación por los colectivos antidroga de la ría de Arousa (Pontevedra).