Un violador en régimen abierto, detenido por agresión sexual
La policía ha detenido a Julio Jesús Parra García, de 31 años, como supuesto autor de la violación de una masajista de la calle del General Perón. La agresión sexual fue cometida, según la policía, cuando Parra García, que precisamente estaba condenado a 24 años de cárcel por un robo con violación, disfrutaba del denominado régimen abierto (tercer grado) y sólo acudía de noche al centro penitenciario.
La agresión a la masajista ocurrió a las 19.30 del pasado 3 de octubre. A esa hora, Parra García llamó a la sala de masajes de la calle del General Perón (Tetuán). La mujer le abrió la puerta. El hombre, tras preguntar por los servicios que ofrecían, sacó una navaja y amenazó a la masajista. Quería dinero. La mujer le dio 5.000 pesetas, pero Parra García, según el relato de la víctima a la policía, no se dio por satisfecho y empezó a registrar el piso.
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El supuesto violador trabajaba en una empresa de transporte
VIENE DE LA PÁGINA 1Cuando acabó de registrar el piso, se dirigió hacia la mujer, a quien maniató, amordazó con cinta adhesiva e incluso vendó los ojos. Después, según la víctima, la violó.
Al día siguiente, la masajista denunció la agresión en el Servicio de Atención a la Mujer de la Policía Judicial y facilitó una minuciosa descripción del violador. A partir de estos datos, los agentes le enseñaron fotografías de sospechosos. La mujer identificó a Julio Jesús Parra García como el supuesto agresor.
El hombre había sido detenido en 1987 por robo con violación. Pese a estar condenado a 24 años de cárcel, desde abril de 1995 disfrutaba del tercer grado, por lo que durante el día no estaba sujeto a control penitenciario. Sólo estaba obligado a pernoctar en el centro de reinserción social Victoria Kent. Esta circunstancia le permitió conseguir un trabajo como conductor en una empresa de transportes de El Pardo.
En la vivienda del detenido los agentes encontraron una navaja y ropas que coinciden con las descritas por la víctima. El acusado se ha negado a prestar declaración ante la policía. Un portavoz de Instituciones Penitenciarias señaló ayer que el detenido ya ha ingresado en la cárcel de Carabanchel.
"Se trata de casos que crean una gran alarma social y que llevan a opiniones equivocadas",dijo Carmen Roney, abogada de la Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas. "Nosotras, por una cuestión de principio, mantenemos que hay violadores que pueden acogerse a los beneficios penitenciarios y otros que no. Pero para evitar errores pedimos que en este tipo de delitos se extreme el seguimiento por parte de los funcionarios y del juez de vigilancia penitenciaria. El problema reside en que el régimen penitenciario no sirve para la reinserción y, sobre todo, que los jueces de vigilancia penitenciaria fallan en el control", añadió Roney. "De todos modos, hay que tener encuentra que en este caso la condena es anterior al nuevo Código Penal [en vigor desde el 23 de noviembre de 1995], que establece el cumplimiento íntegro de las penas", concluyó.
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