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Greenspan condena la especulación y las bolsas reaccionan con descensos

Las principales bolsas del mundo recibieron ayer con una fulminante caída los comentarios del presidente de la Reserva Federal (el banco central de Estados Unidos), Alan Greenspan, sobre la "bonanza irracional" de los mercados de valores y el efecto negativo que pudiera tener sobre la marcha de la economía real. Estas declaraciones reavivaron los temores a una subida de tipos de interés y un repunte de la inflación en Estados Unidos en 1997. El descenso de las bolsas fue inmediato, desde Tokio a Europa y Wall Street.

Durante una cena con empresarios celebrada en la noche del jueves, Alan Greenspan dijo que la Reserva Federal (Fed) vigila atentamente la "exuberancia irracional" que "infecta" la Bolsa y otros mercados financieros, "porque pueden acabar deteriorando la marcha de la economía real". Greenspan recordó que la marcha de los activos financieros es una parte muy importante de la política económica de un país.Enseguida saltaron las alarmas de los ejecutivos de las sociedades de bolsa en todo el mundo. Para la inmensa mayoría, las palabras de Greenspan fueron un recordatorio de que la Fed puede subir los tipos de interés en Estados Unidos para contener el temido "recalentamiento de la economía".

Salvo en España, cuyas bolsas no abrieron ayer porque se celebraba la fiesta de la Constitución, los temores se tradujeron en descensos generalizados. La reacción de los mercados de valores en todo el mundo sirvió para recordar que cualquier decisión, insinuación o comentario de la Fed repercute mucho más allá de las fronteras estadounidenses.

"Si el banco central de EE UU eleva los tipos para enfriar la especulación en Wall Street, puede causar el desplome de los mercados", afirmaba por la mañana un corredor de bolsa europeo.

La Bolsa de Tokio, la primera en hacerse eco de las confidencias nocturnas de Greenspan, sufrió el mayor retroceso del último año y medio. El índice Nikkei, promedio de 225 valores seleccionados, cayó 667,20 puntos (un 3,19%) para situarse en 20.276,70 yenes.

La negativa reacción de la bolsa nipona se extendió al conjunto de los mercados asiáticos. Entre ellos, el índice Hang Seng de la Bolsa de Hong Kong registró la mayor caída con un descenso del 4,22%, en tanto que la Bolsa de Singapur cerraba con una caída del 2,25% en el índice STII.

"Lo que Greenspan ha dicho es que, aunque ahora la inflación es baja en Estados Unidos, el futuro es incierto y la Fed tomará las medidas oportunas para que la política económica no se desestabilice", resumía un operador del mercado de Tokio.

Los primeros minutos de la sesión en las principales plazas europeas, cuando los inversores asiáticos se retiraban a descansar, fueron como se esperaba. París abrió con una fuerte baja del 2,09% y el indicador de tendencia se situó, según los analistas, en el nivel más bajo de los últimos 15 días. Al cierre, había perdido un 2,3%.

Otro tanto ocurrió en Londres, que cerró con un descenso del 2,5%, y se acentuó en Francfort, que llegó a perder un 4% y acabó con el índice DAX en 2.791 puntos. España quedó al margen del descalabro y habrá que esperar al lunes, cuando los temores, tal vez, se hayan enfriado.

Greenspan había cogido durmiendo a Wall Street cuando lanzó su advertencias, el jueves por la noche, pero a la mañana siguiente, esto es, ayer viernes, los intermediarios respondieron al presidente de la Fed con una ola vendedora de acciones en los primeros instantes de la jornada. En 45 minutos, el promedio del Dow Jones llegó a perder 130 puntos, pero algunos compradores salieron al mercado y se mitigó, en parte, la bajada.

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Una hora y media después de la apertura, el volumen de transacciones en Wall Street sobrepasaba los 125 millones de acciones, para regocijo de quienes aprovechaban el miedo para hacerse con paquetes a buen precio.Los especuladores, sin embargo, acabaron dando la razón a Greenspan sobre el menosprecio de los mercados de valores hacia la economía real. Según diferentes observadores, "la caída de Wall Street hubiera sido mayor de no ser por las sorprendentes cifras de desempleo en Estados Unidos". El desempleo subió dos décimas en noviembre, hasta el 5,4%, y la economía norteamericana generó sólo 118.000 nuevos empleos, en un nuevo indicio de que el crecimiento se enfría.

Los especuladores, sin embargo, acogieron bien las cifras de desempleo y la Bolsa contuvo la caída inicial. A media sesión, Wall Street perdía sólo 57,02 puntos (0,88%) y el Dow Jones estaba en 6.380,08 puntos. Al cierre, había recuperado dos tercios de la caída inicial. Perdió 55,16 puntos (0,85%) y quedó en el 6.381,94.

La reunión de los gobernadores de Fed, responsables de la política monetaria de EE UU, el próximo día 17, será clave para conocer las verdaderas intenciones de Greenspan respecto a los tipos de interés.

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