Hassan II ofrece al Polisario un Sáhara autónomo
El rey Hassan II ha ofrecido al Frente Polisario una autonomía regional en el Sáhara Occidental, a cambio de que abandone sus tesis independentistas. La propuesta la anunció ayer el consejero del rey, Ahmed Alaui, en un editorial publicado en la primera página del periódico que él mismo dirige, Le Matin du Sahara, portavoz oficioso de la corona. "La regionalización es el camino honorable y justo para poner fin a su exilio insensato" escribe Alaui.
La oferta forma parte del plan emprendido en Marruecos desde hace unos meses, con el que se pretende estructurar el país en 16 regiones, dotadas de atribuciones y autonomía para decidir por sí mismas los asuntos económicos, sociales y culturales.Una oferta idéntica la habría planteado directamente el Gobierno de Marruecos a representantes del Frente Polisario los pasados meses de agosto y septiembre, cuando en Ginebra, Tánger y Rabat se celebraron reuniones secretas directas, en un intento de desbloquear el proceso de paz impulsado por las Naciones Unidas en el Sáhara Occidental, según se asegura en círculos políticos.
El proceso de regionalización de Marruecos fue aprobado en el referéndum constitucional celebrado el pasado mes de septiembre y las leyes que lo harán posible deberán ser discutidas las próximas semanas en el Parlamento de Rabat, una vez hayan concluido las consultas que el soberano está manteniendo con los responsables de los partidos políticos, incluidos los de la oposición democrática.
El futuro mapa regional de Marruecos no parece, sin embargo, mostrarse muy respetuoso con las divisiones geograficas, ni históricas, sobre todo con las consideradas como las más conflictivas del país: la del norte, en el Rif, y las del sur, en el Sáhara. La región norteña del Rif queda sobre el papel parcelada en tres porciones, dándosele la capitalidad a Tánger, en detrimento de Tetuán, que aparece nuevamente castigada, a pesar de haber sido durante 14 siglos la capital de la zona. La misma falta de respeto histórica y geográfica detectan los analistas en el sur del país, donde el antiguo Sáhara español aparece en el proyecto fraccionado también en tres: la región de Oued Eddaba, con capital en Dajla -antigua Villa Cisneros-, Laayune Bujador con capital en El Aaiún y Guelmín-Smara, con capitalidad en Guelmín.
Pero además de los problemas, provocados por una división poco rigurosa con los conceptos geográficos e históricos tradicionales, el proyecto de regionalización de Marruecos se enfrenta a las propias limitaciones políticas establecidas por el soberano, quien no parece decidido a facilitar la creación de partidos políticos regionales.
Contra los partidos regionales
El rey difundió hace poco más de dos semanas un discreto mensaje personal prohibiendo los partidos regionales. Fue en el palacio de Rabat, recibió a la plana mayor de la Unión Constitucional, para darles el pésame por la muerte de uno de sus dirigentes. El mensaje del monarca parecía ir especialmente dirigido al abogado Mohamed Zian, el díscolo ex ministro de los derechos humanos, que tiempo atrás había acariciado la idea de abandonar la formación y fundar otro de carácter regional.La advertencia del soberano efectuada en la reunión de palacio llegó, al parecer, puntualmente al gobernador de Tetuán, cuando días más tarde prohibió en la ciudad la celebración de la asamblea constituyente de la organización Partido de la Reforma y de la Unidad, considerado por algunos como un "partido regionalista camuflado", ya que sus fundadores tratan sobre todo de incidir y defender los intereses de la región del Rif, el corazón del antiguo protectorado español, y sacarla del olvido. El líder político e historiador tetuaní lbn Azzuz Hakim es crítico con el proyecto de regionalización por considerar que no se han respetado los criterios históricos y geográficos y se ha seguido el modelo administrativo francés, mucho menos generoso que el español.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.