BERGMAN, ACTOR
Que Ingmar Bergman es un hombre de múltiples facetas artísticas es algo sabido. Pero tal vez una de las menos conocidas es la de actor. Actualmente está terminando un largometraje para la televisión sueca, titulado Larmar och gör sig till (Alborota y se hace sentir, en castellano), una crónica de familia en la que el director, de 78 años, desempeña el papel de un paciente en la clínica psiquiátrica de un hospital. Para sorpresa de muchos, no es ésta la primera vez que Bergman ha cambiado su posición con respecto a la cámara, en su larga vinculación con el cine. En varios de sus filmes se ha reservado pequeños papeles, de personajes comunes, un pastor de la iglesia, un pasajero en un tren, espectador entre el público y ahora en un hospital. Según todos los indicios, la vocación de Bergman como actor no tuvo nunca la intención de aspirar a un oscar. Y en cualquier caso, sus actuaciones han quedado eclipsadas por su labor como director.
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