Un consejero del Banco de Francia acusa al Bundesbank de dañar la causa europea

Un viejo tabú se ha roto en Francia. Por primera vez en mucho tiempo, se puede ser europeísta y opinar que Alemania se equivoca. Y además, se puede expresar esa opinión en un lugar tan público como la Asamblea Nacional. El ex presidente Valéry Giscard d'Estaing quebró la semana pasada el muro de silencio, con un artículo periodístico, y el miércoles cosechó los aplausos de parlamentarios de todas las tendencias. Ayer se unió al coro un consejero del Banco de Francia para afirmar que la política monetaria alemana podía hacer un daño irreparable a Europa, y que había que acabar de una forma o de otra con la sobrevaluación del franco respecto al dólar."Los alemanes no son lo bastante conscientes de los problemas que su política monetaria puede causar a la realización de la moneda única". La frase fue pronunciada por Jean-Pierre Gérard, uno de los nueve miembros del Consejo de Política Monetaria del Banco de Francia, en unas declaraciones que publica Le Monde en su edición con fecha de hoy. Gérard se sumó de esta forma a un debate en el que el presidente, Jacques Chirac, y el primer ministro, Alain Juppé, se encuentran cada vez más solos en su defensa de la actual paridad franco-marco.

Abrió el fuego el ex canciller alemán, Helmut Schmidt, con un artículo periodístico en el que criticaba duramente la obsesión del Bundesbank con la fortaleza del marco. Le siguió el ex presidente francés Valéry Giscard d'Estaing, con otro artículo en el que completaba los argumentos de Schmidt: el problema no era la paridad franco-marco, sino la sobrevaluación del marco, y por tanto del franco, respecto al dólar. Ese fenómeno frenaba el crecimiento económico europeo, decían los dos padres del Sistema Monetario Europeo, y agravaba el desempleo y las tensiones sociales.

La intervención, ayer, de Jean-Pierre Gérard demostró que la obsesión del gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet, por mantener el franco pegado al marco a cualquier precio, no es compartida por todos los consejeros de la entidad. "Nuestro país se encuentra en una situación económica y social difícil con la minusvaloración del dólar", declaró Gérard, "y a dos años de la creación de la moneda única, es sorprendente que no se hable acerca de la sobrevaloración de las monedas europeas frente al dólar".

Gérard sugirió tres opciones para acabar con la sobrevaloración de las divisas europeas: bajar los tipos de interés a corto plazo de forma drástica y simultánea en Francia y Alemania; modificar la paridad franco-marco devaluando la moneda francesa; o "hacer coherentes las políticas monetaria y comercial restableciendo un cierto proteccionismo. "Quizá habrá que elegir un poco de cada solución", afirmó el consejero del Banco de Francia.

El consejero, propuesto para el cargo por los gaullistas, señaló que los alemanes confundían moneda fuerte con moneda estable, y sugirió que la salud del marco no era la causa de los pasados éxitos económicos alemanes, sino su consecuencia. En este sentido, se mostró de acuerdo con Giscard, quien en un clamoroso debate parlamentario sobre política europea celebrado el miércoles afirmó que no había que "resignarse a que la zona marco fuera la antesala obligatoria de la unión monetaria".