5 muertos por coche bomba en Argelia

Una vez más, un coche bomba explotó ayer en la ciudad de Blida, sede de la Primera Región Militar, 50 kilómetros al sur de Argel. Murieron cinco viandantes y otros 15 resultaron heridos. El artefacto estaba dirigido contra un céntrico hotel que había sido requisado por las autoridades para albergar a la policía.

La explosión se produjo pocos minutos después de las 9 de la mañana, cuando los comercios empezaban a abrir sus puertas y los niños acababan de entrar a las escuelas. Un vehículo aparcado en pleno centro de Blida saltó por los aires y alcanzó mortalmente a tres hombres y dos mujeres que pasaban casualmente por el lugar.El artefacto, dirigido contra un hotel en el que se alojan policías, provocó también importantes daños materiales en diversas casas cercanas, arrancó de cuajo la red eléctrica y telefónica de la zona y cercenó algunos postes, árboles y mobiliario urbano. Este atentado se produjo a poco menos de 200 metros de donde el pasado enero estalló otro coche bomba y /causó cinco muertes. Blida, con más de un millón. de habitantes, está considerada como la sede militar más importante de Argelia, ya que en ella se concentran más de 30 cuarteles, entre ellos los de las fuerzas motorizadas que, junto a la gendarmería, se han convertido en punta de lanza de la guerra contra los integristas.

Al mismo tiempo, esta ciudad es un feudo del movimiento integrista radical. En los alrededores se esconde desde hace más de seis anos un maquis muy activo, que se mueve con mucha agilidad y que mantiene en jaque al Gobierno y a la capital, Argel. Blida, durante el día, está controlada por el ejército y las fuerzas policiales. Por la noche, sin embargo, se convierte en un feudo de la guerrilla integrista, que periódicamente desciende de las montañas.

La convivencia de la guerrilla con amplios sectores de la población permite a los rebeldes aprovisionarse, buscar refugio o curar a sus heridos. Ello ha provocado en reiteradas ocasiones operaciones de represalia del Ejército, la más sangrienta de las cuales fue en la primavera de 1994.

El atentado ocurrió a sólo cuatro días de la celebración de un referéndum con el que el régimen intenta poner en pie una nueva Constitución, en la que se prohibirán los partidos políticos religiosos y se otorgarán importantes prerrogativas al presidente. En el consulado en Madrid y en otras ciudades europeas, los argelinos comenzaron a votar el sábado.