El líder de CiU se quejó a Aznar de la descoordinación en el seno del PP
Durante la entrevista que el viernes por la tarde celebraron en Barcelona Jordi Pujol y José María Aznar, aprovechando una visita privada del segundo, el presidente catalán se quejó ante el jefe del Gobierno por la descoordinación existente entre el Partido Popular (PP) y algunos ministros. Según Convergencia i Unió (CiU), esta situación había obligado a dicha coalición a presentar enmiendas a los presupuestos para recuperar inversiones del Estado en Cataluña que debían haber constado desde el primer momento en el proyecto gubernamental."No hemos estado de acuerdo en cómo en algún momento se ha llevado algún tema de presupuestos referente a Cataluña; Aznar ya sabía esto por -teléfono y ayer [por el viernes] se lo volví a decir, y espero que no se repita" manifestó ayer Pujol en Vilassar de Mar (Barcelona), informa Diego Belmonte.
Pujol, no obstante, se apresuró a señalar acto seguido: "Sigue habiendo la voluntad de mantener la estabilidad y, a través de la estabilidad, el progreso genera español; otra cosa es que no hayamos estado de acuerdo con algunos puntos concretos sobre lo cuales hemos pedido rectificación, que estoy seguro que ya se está produciendo".
Pujol puso como ejemplo de estabilidad el apoyo que CiU da los Presupuestos del Estado. Unos presupuestos que "permiten entrar en la Unión Europea tener tipos de interés más bajos una inflación más baja y una solidez de la economía española e los mercados internacionales, lo que permitirá incrementar la posibilidades de exportación y por tanto, de creación de riqueza y de puestos de trabajo", añadió el líder nacionalista.
Interlocutor único
De todas formas, el viernes, el jefe del Ejecutivo y el presidente del Generalitat hicieron votos por superar las dificultades de las últimas semanas. "Pujol y Aznar corrieron un tupido velo sobre el pasado y pusieron las bases para que en el futuro no se repitan los problemas de las últimas 'semanas indicaron fuentes cercanas al presidente catalán. Una de estas medidas gira en tomo a la necesidad de que el Gobierno designe un interlocutor único ante CiU, un papel que en el Gobierno socialista ejerció con especial eficacia el ministro de la Presidencia Alfredro Pérez Rubalcaba.En principio, este interlocutor deberá ser el vicepresidente político, Francisco Alvarez Cascos. problema radica en que CiU tiene también interlocutores diversos: portavoz parlamentario, Joaqui Molins, se encarga de negociar las cuestiones legislativas; el diputa Francesc Homs, los asuntos económicos, y distintos consejeros del Gobierno catalán, las cuestión de su directa competencia. Pujol y Aznar se emplazaron el viernes para un nuevo encuentro en Navidad. Esta cita deberá servir para hacer balance del cumplimiento del pacto de investidura y gobernabilidad que PP y CiU alcanzaron en abril.
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