Incidentes en el vestuario

"¡Un profesional no se ríe cuando otro pierde!". Guardiola recriminó a Luis Fernández los gestos despectivos que éste dedicó a Figo cuando enfilaban el túnel de vestuarios, como el de arrojarse a la piscina o el símbolo de la derrota. Agentes de la Ertzainza tuvieron que intervenir para separarlos. Fernández se justificó: "Hay jugadores que no están contentos cuando pierden"."No merece la pena hablar de él. Supongo que no está acostumbrado a ganar", respondió Figo de regreso a Barcelona. Robson, sonriendo, noquiso intervenir en la polémica: "Luis Fernández es Luis Fernández. Este deporte es emocional. Pasan estas cosas y yo las evito".

El pique empezó días atrás, cuando Fernández calentó el partido acusando a Figo de simular faltas Y despreciando a José Mourinho, segundo de Robson, al decir que no sabía quién era. La tensión estalló antes del descanso, en el minuto 44, cuando el técnico de Tarifa se dirigió al banquillo azulgrana después de que el árbitro no señalara penalti en el área de Baía. Las cámaras captaron la sorprendente escena, aunque los micrófonos no pudieron reproducir el diálogo.

Tras los incidentes que ocurrieron al final del partido, Mourinho estuvo contundente: "Sólo hay cinco metros de distancia entre los banquillos. Si la gente es educada, parece que sean 50; otros convierten el terreno en un campo de batalla. Pero yo quiero hablar de hombres

Y no de chicos. ¿Qué me dijo Fernández? Nada. Para que haya diálogo tienen que hablar dos. No me sorprende nada. Personas con su carácter son capaces de todo".