Triste victoria de despedida
El Valencia apela al coraje para superar a un pobre Besiktas
Puesto que no hay calidad, nos queda al menos la casta. Y en esos términos Ferreira es una autoridad. 0 sea, cuando el partido tiene un aspecto penoso, el equipo propio deja entrever sus muchas carencias y el rival afea todavía más el ambiente, siempre nos queda Ferreira, que pondrá todo su corazón al servicio de los nuestros, marcará un gol decisivo y se lo dedicará a su mentor y maestro, Luis Aragonés. La victoria permite albergar esperanzas para llegar a los cuartos de final y contrae, a su vez, la mano ejecutora de Roig, ansiosa por firmar el finiquito del técnico.El partido tenía una pinta horrible para el Valencia: viento racheado, jugadores ansiosos, técnico desahuciado, lesión del capitán Fernando, y... de pronto se dio un golpe de suerte. Fue cuando el internacional nigeriano Amokachi hizo las veces de Cardeñosa, o peor aún, pues sólo tenía que embocar suavemente el cuero y lo mandó a las nubes.
Aquello se convirtió en una señal para los valencianistas, que recordaron el halo que los protegió en la eliminatoria ante el Bayern de Múnich. Así lo sintió VIaovic, que marcó un gol magnífico. Casi sin pretenderlo, el Valencia se encontró con el viento en la cola, lo que se incrementó con otra gentileza del equipo turco: Guncar marcaba en su propio marco sin que tuviera ninguna necesidad para ello. Un detalle de la defensa otomana, que tuvo un talante muy obsequioso toda la noche. Claro que el Valencia no podía aceptar tantos obsequios y devolvió uno. Fue cuando el pequeño Oktay cabeceó con tranquilidad a pocos metros de Bartual.
Sea como fuere, esta vez sí, el entrenador valencianista, Luis Aragonés, estuvo metido en la refriega. Saltó del banquillo con frecuencia y lanzó órdenes a mansalva. Si ésta era su despedida, que tuviera un final feliz. Al parecer, llegó el punto que al preparador madrileño tan sólo le interesan las emociones fuertes y a ellas se abona con interés.
Tras el descanso, Luis quiso meter más madera, pero es que realmente le queda muy poca. Gálvez, que viene de una lesión, y Sietes, que se irá. No hay más.
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