Indemnizado un alumno británico maltratado por sus companeros

Una conciliación extrajudicial ha evitado que el Tribunal Supremo viera ayer en Londres la primera demanda por intimidación escolar que llegaba ante sus jueces. El demandante, Sebastian Sharp, un administrativo de 20 años, aceptó los seis millones de pesetas de indemnización que le ofreció su antigua escuela de secundaria, Shene School. Al hacerlo, retiró su propia solicitud de 40 millones por el mal moral ocasionado al no impedir la dirección que el resto de los alumnos se burlara de él y le pegara durante cuatro años. A pesar del arreglo, la publicidad dada al caso puede animar a otras víctimas' de esta forma de abuso a reclamar daños y perjuicios. Los abogados de Sharp llevan ya otros seis asuntos.Sharp tenía 11 años cuando acudió al centro docente de Shene, al suroeste de Londres. Según su versión, sus compañeros de clase le pegaron e insultaron y rompieron o ensuciaron sus deberes de forma sistemática hasta su 15 cumpleaños. Hacia el final de la secundaria, le ataban a la salida dos veces por semana. A pesar de sus quejas, ni el director ni el cuadro docente hizo lo bastante por impedirlo. "En una ocasión reunieron a los chicos y les dijeron que le dejaran en paz. Pero el abuso continuó para desespero de Sebastián", ha señalado su abogado Jack Rabinowitz. A los 15 años, dejó una nota a sus padres y huyó de casa.

La búsqueda alcanzó proporciones nacionales y duró cuatro días. En la misiva Sebastián explicaba que ya no aguantaba más y prefería desaparecer a volver a clase. "No supimos si estaba vivo o muerto. Fue horrible. Ahora que lo ha contado y se ha enfrentado a la escuela, otros podrán animarse a seguir su ejemplo", declaró su madre.

Mientras los Sharp se recuperan, Rabinowitz ha desvelado que pensaba llamar a declarar a un psiquiatra especializado en este tipo de abuso escolar. Según sus datos, entre ocho y 10 menores se suicidan al año en el Reino Unido porque tienen miedo a las represalias si lo denuncian.