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El 'europtimismo' y el mantenimiento de tipos en EE UU impulsan la deuda

Victoria Carvajal

La confianza del ahorro extranjero en la economía española sigue mejorando sin que haya habido noticias nuevas que lo justifiquen. La nueva entrada de capital foráneo permitió que la rentabilidad del bono a 10 años, una de las referencias de los créditos privados a largo plazo, siguiera su tendencia a la baja. Ayer marcó otro mínimo histórico al situarse en el 7,38%, siete centésimás menos que el día anterior. Su diferencial con el bono equivalente alemán -que mide la prima de riesgo que exigen los inversores por mantener sus activos públicos españoles- descendió a 1,52 puntos (1,59 el martes).El optimismo en torno al proceso de convergencia europeo es la única explicación posible que ayer daban los analistas consultados. La convicción de que la decisión para constituir el euro será política y el respaldo dado la semana pasada por la Comisión Europea a todo el proyecto ha animado a los inversores a comprar activos en los mercados europeos periféricos, es decir, en aquellos que hasta ahora estaban más alejados de la convergencia, como España e Italia, pero que ahora tienen posibilidades de participar en la unión monetaria desde el inicio.

Tranquilidad en EE UU

La favorable evolución del mercado de deuda estadounidense también ayudó a Europa a consolidar sus ganancias. Allí, el mantenimiento de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal, banco central estadounidense, y la contención de la inflación -variable clave para la inversión en renta fija-, propiciaron una fuerte entrada de dinero en los bonos del Tesoro. El ritmo de crecimiento de la economía norteamericana se ha moderado al 2,2% en el tercer trimestre frente al 4,7% del primero y no hay motivo para esperar un repunte en la inflación. Los precios al por mayor subieron un 0,4% en octubre y si se descuentan los alimentos y la energía, bajaron un 0,3%, según publicó ayer el Departamento de Trabajo estadounidense. Éstos fueron los dos datos que pesaron en la reunión que celebró ayer la Reserva Federal.

El dólar salió reforzado de este flujo inversor. Tras caer a mínimos del año el pasado lunes, los mensajes a favor de su apreciación lanzados el día anterior desde Bundesbank, banco central alemán, y el buen dato de precios permitieron a la moneda estadounidense subir hasta los 1,5050 marcos y 126,70 pesetas frente a los mínimos de 1,4890 y 125,60, respectivamente, alcanzados la víspera.

La Bolsa española se benefició de la entrada de dinero exterior y consiguió un nuevo máximo histórico en el 388,05%, pese a que Wall Street abrió a la baja. El índice general de Madrid ganó un 0,26% y el Ibex 35, un 0,23%. Nueva York cerró con un nuevo máximo a 6.274,24 puntos.

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