Yeltsin ordena investigar a fondo la guerra entre veteranos de Afganistán

El presidente ruso Borís Yeltsin, convaleciente de la operación de corazón a que fue sometido hace una semana, calificó de "acto terrorista" la tragedia ocurrida el domingo en el cementerio de Kotliakovski, de Moscú, donde trece personas murieron como resultado de la explosión de una potente bomba durante una ceremonia en memoria de Mijaíl Lijodéi, presidente de la Fundación de Inválidos de la Guerra de Afganistán (FRIGA) asesinado hace dos años. Yeltsin ha ordenado investigar a fondo este atentado, que tiene todo el aspecto de ser un episodio más en la guerra entre grupos de veteranos de Afganistán.He ordenado a los órganos del orden público realizar una investigación detallada sobre todas las circunstancias de este crimen sanguinario", se dice en la nota de pésame enviada por Yeltsin a los familiares de las víctimas, entre las que figuran Serguéi Trojínov, presidente de la Fundación; la viuda de Lijodéi, otros dirigentes de esta organización y dos periodistas de una televisión privada.

El Ministerio del Interior ha creado grupos especiales para encontrar a los autores del ataque y ha puesto al frente de las pesquisas al primer viceministro del Interior, general VIadímir Kolésnikov, bajo la tutela personal del titular de la cartera, Anatoli Kulikov.

La policía no tiene dudas de que la bomba fue colocada y accionada por un profesional y lo más probable es que el autor material siguiera en el cementerio aun después de la explosión. Basándose en esta hipótesis, los investigadores ya cuentan con las señas de uno de los presuntos autores. Según un oficial, se trata de un hombre que estaba entre los curiosos y que "actuó de forma sospechosa".

La Duma Estatal ha pedido a la fiscalía una investigación sobre las numerosas actividades comerciales y financieras de la FRIGA, que contaba con una serie de privilegios tributarios desde que en 1991 Yeltsin les concediera exenciones aduaneras en la importación de alcohol y tabaco con el propósito de allegar fondos con que ayudar a los veteranos de la guerra afgana (1979-1989). "Este crimen ha rebasado todos los límites, incluso en el marco de la ola de delincuencia criminal que arrasa el país", manifestó un parlamentario, que se refería a la continua serie de asesinatos de que tienen noticia los rusos desde que las distintas mafias tratan de llenar el vacío de poder dejado por la caída del comunismo.

La policía y la mayoría de los observadores están convencidos de que la explosión del domingo es un episodio más de la guerra que mantienen desde hace tres años dos organizaciones rivales de estos ex combatientes. "No quiero ser agorero, pero los muertos del domingo podrían no ser los últimos", manifestó ayer un responsable de la Fundación.