_
_
_
_

Un incendio simulado en una central suiza pone en alerta a toda Europa

"Esta mañana, a las 6.15, una explosión seguida de un fuego fueron observados en el edificio de túrbinas de la central nuclear de Leibstadt, en el norte de Suiza. El fuego no está todavía bajo control. No se sabe nada sobre la situación del reactor nuclear"'. A las 6.29, este boletín de una agencia de noticias ficticia llegó a todos los centros de decisión de los organismos encargados de la seguridad nuclear en 30 países, la mayor parte europeos.

En España, se pusieron en alerta el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), el gabinete de crisis de La Moncloa y la Dirección General de Protección Civil. No sabían lo que iba a pasar después.Mientras los habitantes de Leibstadt y los del cercano Zurich no observaban nada extraño en la central, a las 9.20 el CSN español daba la primera nota oficial sobre el accidente, tranquilizadora ya que no se esperaban emisiones radiactivas al exterior. Sin embargo, casi a la misma hora el centro de emergencias suizo afirmaba que se había producido un pequeño escape de radiactividad al exterior.

Pero las agencias ya estaban transmitiendo noticias simuladas mucho más alarmantes, relacionadas sobre todo con el fuego perfectamente visible y el hecho de que no se produjera orden de evacuación de la población vecina. Estas noticias fueron recogidas por las agencias y emisoras de radio españolas, que compararon el accidente con el de la central nuclear de Vandellós en 1989. Leibstadt es parecida a las centrales de Garoña y Cofrentes en España.

A las 9.45 quedaba extinguido el incendio, pero siguió la alerta. Pocas horas después se confirmó la emisión, en niveles no peligrosos, de vapor radiactivo al exterior, la existencia de un herido, y la huida de una parte de la población, así como los detalles técnicos del accidente.

A media tarde terminaba el simulacro, primero de una serie organizada por la OCDE para evitar la falta de comunicación que se dio tras el accidente de Chernóbíl en 1986. Participaron la mayor parte de los países europeos, Japón, Canadá y Estados Unidos, además de la UE y la Agencia Internacional para la Energía Atómica.

En la sala de emergencias del CSN se recibían los datos meteorológicos por si se producía una nube radiactiva, pero los fuertes vientos hacia el este alejaban el peligro de España. También estaba operativa la red de emergencia radiactiva y todas las comunicaciones. Dada la escasa repercusión internacional del accidente, (calificado de grado 2), no fue necesario tomar más medidas. En pocos meses los expertos tendrán las conclusiones, señaló el coordinador Pedro Lardiez.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_