Absuelto el joyero que mató de tres disparos a un atracador

La Audiencia de Madrid ha absuelto al joyero Miguel Ángel B. F. del delito de homicidio del que estaba acusado, al estimar que mató con un revólver al atracador de su joyería en legítima defensa. Le disparó tres veces después de que éste le agrediera con un cuchillo.El tribunal declara probado que David B. G. entró sobre la una de la, tarde del 18 de febrero de 1991 en la joyería denominada Comercial Fagido, situada en la madrileña calle de Alberto Aguilera, donde exigió a un empleado del establecimiento que le entregase el dinero de la caja, 83.800 pesetas, lo que éste hizo.

Añade el tribunal que David colocó en el cuello del empleado un cuchillo de hoja de sierra de 15 centímetros. En ese momento acudió el dueño del comercio, Miguel Ángel B. F., que se encontraba en otra dependencia contigua y que había sido advertido de la situación por otra empleada. La Audiencia relata que el joyero procesado, que esgrimía un revólver de su propiedad para el que disponía de guía y licencia, se aproximó a David por la espalda, le advirtió que portaba el arma y le conminó para que se marchara del lugar.

Sin embargo, el asaltante "reaccionó violentamente, volviéndose hacia el procesado", al que agredió con el cuchillo a la altura de la cara, donde le produjo tres pinchazos, de los que le han quedado cicatrices. Miguel Ángel disparó en ese momento su arma y alcanzó a su atacante. Ambos iniciaron un forcejeo, cayeron al suelo y allí el procesado recibió dos puñaladas en su pantorrilla izquierda, por lo que abrió fuego nuevamente e hirió a David a la altura del pecho. David intentó marcharse, pero halló el cierre del local bajado, dado que durante la lucha los empleados habían avisado a la policía y habían cerrado el establecimiento.

"A la vista de la aparente imposibilidad de huida, David se giró hacia Miguel Ángel, fuera de sí, y con extrema agresividad", explica la Audiencia, "por lo que Miguel Ángel efectuó desde el suelo un tercer disparo que atravesó la axila izquierda de David, que se desplomó.