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160 kilómetros de atascos de salilda

Todas las carreteras nacionales de la Comunidad de Madrid -excepto la de Toledo- y la mayor parte de las regionales sufrieron ayer un monumental colapso. Según los datos de la Guardia Civil, en total se registraron más de 160 kilómetros de retenciones en las vías de salida de la capital. Las retenciones fueron tan impresionantes en la carretera de La Coruña que Tráfico decidió cerrar el carril rápido (Bus-VAO), porque su desembocadura provocaba aún más problemas.Centenares de miles de coches se lanzaron la mañana de ayer al asfalto para aprovechar el puente de Todos los Santos. La buena temperatura y, los cielos despejados que se esperan para este fin de semana animaron a los madrileños a abandonar la capital.

Las consecuencias para la circulación se hicieron notar pronto, y las autopistas, las autovías y carreteras resultaron insuficientes para absorber la masa de chapa y visitantes que se abalanzaban hacia la sierra, la playa o el campo. Entre las 9.15 de la mañana y 15.30 de la tarde, el colapso fue total. No obstante, ya se habían producido problemas la tarde y la noche del jueves con motivo de la Operación Salida del puente de Todos los Santos.

El atascazo de la N-VI fue el más importante de los registrados ayer en las vías de la región.. La circulación quedó bloqueada desde la capital hasta Collado-Villalba (36.000 habitantes). Fueron 40 kilómetros de desesperación que tardaron en recorrerse cerca de tres horas. El último gran atasco de la carretera de La Coruña se produjo hace dos semanas, un día laborable, cuando una cadena de averías y accidentes colapsó la autovía en sentido de entrada hacia Madrid. Se tardó dos horas en recorrer' 20 kilómetros.

A partir de Collado Villalba, y debido a que en este municipio confluyen varias pequeñas carreteras que sirvieron de alternativa a los conductores atrapados, las retenciones disminuyeron. Sin embargo, a la altura de Guadarrama (7.800 habitantes), entre los kilómetros 49 y 53, el atasco se reprodujo. En ese punto la NVI pierde uno de sus tres carriles. Las retenciones continuaron incluso fuera de la Comunidad y llegaron hasta el municipio segoviano de El Espinar.

Seis accidentes

En el caos circulatorio influyeron también los seis accidentes múltiples que se produjeron. En uno de ellos llegaron a colisionar seis vehículos en cadena. En total, seis personas resultaron heridas de carácter leve, según fuentes de la Cruz Roja.

El carril rápido de la N-VI resultó insuficiente para absorber el numeroso tráfico que intentaba meterse en él. Los conductores, que ante el embotellamiento de la autovía se adentraron en esta vía alternativa, se encontraron a los pocos kilómetros metidos en un embudo. La Guardia Civil tuvo que cortar el paso. "El carril rápido estuvo cerrado casi toda la mañana para evitar que los coches quedaran atrapados en él, explicó lacónicamente ayer un portavoz de la Dirección General de Tráfico.

Ante el colapso de la carretera de La Coruña, la Guardia Civil aconsejó la M-607 (autovía de Colmenar) como vía alternativa hacia la sierra del Guadarrama. El resultado fue un atasco de seis kilómetros, entre los kilómetros 11 y 17. Sólo a partir de Colmenar Viejo (28.100 habitantes), la circulación fue más fluida. Lo mismo ocurrió con la M-505, que une Las Rozas (45.900 habitantes) con El Escorial (9.150 habitantes). Esta vía se colapsó con el tráfico que llegaba de la N-VI.

Además de estas carreteras, la M-501, que une Alcorcón (144.850 habitantes) con San Martín de Valdeiglesias (5.830 vecinos) -la carretera de los pantanos- sufrió un taponamiento de más de 30 kilómetros, entre Brunete (3.300 habitantes) y Chapinería (1.100). La unión de la M-501 con la carretera de Extremadura, a la altura de Alcorcón, también registró una gran retención, que se mantuvo compacta hasta pasadas las dos de la tarde.

La carretera de Burgos (N-I) atrapó a los conductores toda la mañana entre los kilómetros 17 al 24. En la carretera de Barcelona (N-II) pasó lo mismo. A la altura de San Fernando de Henares (28.900 habitantes) y durante seis kilómetros hubo retenciones. El tráfico lento se mantuvo hasta pasadas las 13.30.

La carretera de Valencia (N111), la que lleva a los madrileños a la playa, sólo se colapsó a lo largo de tres kilómetros, en concreto en su intersección con la M-40. Por su parte, esta vía de circunvalación de Madrid sufrió retenciones de cinco kilómetros en el punto donde se une con la carretera de Extremadura (N-V).

La carretera de Andalucía (N-IV) registró fuertes atascos entre los kilómetros 16 y 40, y la N-V soportó largas retenciones durante toda la mañana. Lo peor de esta autovía estuvo entre los kilómetros 9 y 22 y entre el 26 y el 30, ya dentro del término municipal de Navalcarnero (11.500 habitantes).

La M-401, sin tapones

Sólo la M-401 carretera de Toledo, según la Guardia Civil, se libró de los tapones masivos. Registró dos kilómetros de retenciones a la altura del cementerio de Carabanchel.

Si todos los coches que ayer quedaron atrapados en las carreteras madrileñas hubieran sido puestos en fila en un solo carril, el tapón habría alcanzado una longitud aproximada de 375 kilómetros, la distancia que separa Madrid de Murcia. Tráfico confirmó que durante el día de ayer, y al cierre de esta edición, no se había registrado ningún accidente mortal en las carreteras madrileñas.

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