Úrculo acusa a Liaño de "catastrofista" por hablar de "corrupción generalizada"

El fiscal general del Estado, Juan Cesáreo Ortiz Úrculo, no comparte la denuncia del juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez de Liaño, de que en España "hay un gigantesco sistema de corrupción" que afecta a la política, la Administración de justicia y la economía. Ayer, en Segovia, donde clausuró el décimo congreso de la Asociación de Fiscales, mayoritaria y conservadora y de la que en su día fue portavoz, dijó: 'No soy así de catastrofista. La corrupción no es generalizada, ni mucho menos, afortunadamente"

El fiscal general, sin citar a Liaño, comentó que quería salir al paso de "afirmaciones gratuitas, y anticipadas en torno a asuntos sobre los que no se han pronunciado los órganos judiciales". "Puedo decir", añadió, "que el ministerio fiscal tiene el decidido propósito de que nada -que pueda tener lugar con opacidades o actuaciones inexplicables va a tener en él ningún tipo de acogida, sino todo lo contrario".Ortiz Úrculo alegó que él está actuando y lo seguirá haciendo bajo el principio estricto de la legalidad: "Ninguna manifestación venida de fuera que pretenda alterar el normal funcionamiento de esta institución, o incluso su actuación en legalidad e imparcialidad, va a tener ninguna respuesta ni ningún eco".

"Los hechos", advirtió, "van a hablar más alto que las palabras, y las actuaciones serán las que, en definitiva, den la pauta, de la normalidad, de la no corrupción, de la limpieza y transparencia con que va a funcionar la Fiscalía".

El fiscal ordenó recientemente una inspección 11 ordinaria" en la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que actualmente está en marcha. Según declaró en una entrevista antes de decidir esta inspección, el fiscal tiene también la firme intención de resolver la rebelión desatada por algunos fiscales de la Audiencia, especialmente duros en el caso GAL, y que se negaron a acatar órdenes de sus superiores, como la petición de puesta en libertad del general Enrique Rodríguez Galindo.

Ortiz Úrculo también salió al paso de la intervención ante la Comisión de Justicia del Congreso, el pasado martes, del ex ministro socialista Juan Alberto Belloch, quien, aludiendo a la biografía derechista y afín al Partido Popular del nuevo fiscal general, dijo que no hay un solo dato que permita confiar en su imparcialidad. Ortiz Úrculo manifestó estar sorprendido de que se puedan establecer descalificaciones por el hecho que haya pertenecido a una asociación concreta: "Yo jamás lo he hecho con otras personas que hoy ocupan incluso cargos elevados en el Tribunal Supremo". Para él, Belloch "convirtió en inútil un diálogo que estaba siendo interesante" acerca de las reflexiones de los grupos políticos sobre el ministerio fiscal.

Sobre la desclasificación de los papeles del Cesid supuestamente relacionados con la guerra sucia, Ortiz Úrculo -aseguró que, "digan lo que digan", el ministerio fiscal no tiene ninguna decisión tomada al respecto. Subrayó que quienes ponen en boca del fiscal general decisiones adoptadas lo hacen bajo su exclusiva responsabilidad porque, apuntó, la Sala Tercera del Tribunal Supremo ni siquiera ha trasladado las actuaciones necesarias para que pueda empezar a estudiar el caso. "El ministerio fiscal no conoce los papeles del Cesid, no puede conocerlos, porque no le han sido trasladados (...) y, consiguientemente, es aventurado afirmar que el fiscal general tiene alguna decisión"-, remarcó Ortiz Úrculo. También insistió en que no hay nada acerca de si el ex presidente del Gobierno Felipe González debe ser citado a declarar ante el Tribunal Supremo en relación con el caso GAL, porque no ha llegado aún el momento de que la fiscalía comparezca en la vista de apelación.