El Barça se aferra al Palau como salvavidas

Las emociones fuertes afloran pronto en la Liga de baloncesto. Apenas han transcurrido 10 jornadas y el clásico entre el Barça y el Real Madrid de hoy (13.00, La 2) llega ya cargado de una buena dosis terminal. No les salen las cuentas a los propietarios del Palau Blaugrana después de haber sumado a su derrota en Badalona otras dos consecutivas ante el TDK Manresa y el León. Un nuevo traspiés alargaría en exceso la desventaja azulgrana respecto a un Real Madrid que, salvo su derrota en la imbatible pista del Taugrés Vitoria (80-77), exhibe una trayectoria inmaculada. La ascendencia del equipo madridista se ha hecho patente, y cinco de sus nueve triunfos, incluidos los obtenidos ante Estudiantes y Unicaja, han sido por más de 20 puntos.El Barcelona, por el momento, ha roto las predicciones y no ha permitido que el argumento discurra bajó la anunciada sombra de los dos clubes con ascendiente futbolístico. Los azulgrana se presentan en el cIásico con tres derrotas consecutivas puesto que a las dos ante el TDK y el León se añade la que sufrieron en la Euroliga ante el Villeurbanne.

Se anuncia un partido de corte muy diferente al de temporadas anteriores. El Madrid ha ganado en la profundidad de banquillo, un factor que le daba ventaja al Barça. Ahora Zeljko Obradovic dispone de un banquillo que puede suplantar perfectamente a su equipo titular. Por el contrario, Aíto García Reneses ha renunciado a la incorporación de un tercer extranjero y está concediendo minutos de juego a un baloncestista todavía en formación como Dueñas. Se anuncian interesantes duelos personales; a saber, Bodiroga-Karnisovas, Arlauckas-Fetisov, Rivas-Mijailov y Herreros-Fernández. Las individualidades pueden acabar resolviendo un partido que los colectivos prometen hacer igualando, al menos sobre el papel.

La variedad de recursos tácticos que poseen ambos entrenadores confiere al partido la posibilidad de discurrir por múltiples vericuetos. El rendimiento de las estrellas permite albergar mayores esperanzas en el Madrid. Bodiroga o Herreros, que desde que se incorporó todavía no ha perdido con su nuevo equipo han cargado con éste cuando ha convenido. Ha superado bien el Madrid la ausencia por lesión de Arlauckas. Sólo en el partido de la Eurocopa contra el Benfica, saldado con una derrota a domicilio, dejó al desnudo a una plantilla que ese día sí echó de menos a Arlauckas y a Herreros. En cambio, ninguna de sus individualidades ha salvado al Barça cuando el marcador lo requería.