"Intento hacer la obra de arte total"
El pasado fin de semana pudimos ser testigos de una de las contradicciones de los tiempos que vivimos. Mientras en Estación futura -la fiesta musical de Art Futura- los pinchadiscos eran los gurús de una música electrónica en la que se prescinde de instrumentos,cantantes y compositores, se podía ver en otro ámbito a unos robots empeñados en tocar manualmente tambores e inusuales instrumentos de cuerda. Y es que las creaciones de Chico McMurtrie son muy humanas. Esta semana, en Art Futura, presenta la mayor concentración de robots que ha reunido hasta el momento, cerca de setenta. Toda una familia.Hasta hace poco, Chico McMurtrie, un artista de San Francisco de origen chicano, vivía con sus artefactos. "Ahora duermen en un container", dice en un castellano bastante correcto. Una experiencia que sólo un creador de monstruos puede tolerar y hasta disfrutar. Para él son como su familia y se resiste a venderlos.
McMurtrie no rechaza la idea de verse como un Gepetto con sus pinochos mecánicos. "Sí, son como Pinocho", dice pensativo. Aunque el aspecto que tienen es bastante menos dulce y angelical. Domina en ellos una estética posnuclear. Una mezcla de Terminator (últimas escenas) con las esculturas mecánicas de Tinguely.
"Yo estudié Bellas Artes durante ocho años y, por mi interés en el movimiento, también hice danza y ciencias", dice este creador de robots. "No me satisfacía simplemente pintar las formas e n movimiento y terminé embadurnándome en pintura y plasmando mi cuerpo en el lienzo. Al secarse la pintura, descubrí que esa costra daba la sensación de ser un cuerpo dentro de otro. Poco después me di cuenta de que no necesitaba estar yo mismo dentro de ese cuerpo y pensé en encontrar algún mecanismo".
"Yo, entonces no sabía ni arreglar una bicicleta", dice McMurtrie, "pero descubrí un cilindro en el taller y me pareció que tenía la fuerza de un músculo, que una válvula era como un corazón y que un cable eléctrico podía ser- como el sistema nervioso".
Hizo su Tumbling man, que daba volteretas por el suelo, hace 10 años. "Nunca he querido ver Terminator". Hoy tiene un equipo de nueve personas, llamadó Amorphic Robot Works. Sus criaturas tienen a veces un aspecto amenazador y las hay de todos los tamaños y formas. En la mayoría se mantiene las proporciones anatómicas y detalles humanos, como dentaduras o globos oculares.
Él prefiere que no se les llame robots. "Yo intento hacer la obra de arte total y que mis creaciones sean vistas en conjunto como los personajes de una historia de la evolución de las máquinas., Más que familia, para mí, son mi tribu".
Art Futura se celebra en el Círculo de Bellas Artes hasta el día 27. Más información en httplwww ciberteca esl artfutura.
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