Tres presos de ETA, trasladados a la Península por orden judicial

Tres etarras han sido trasladados en los últimos días desde las cárceles de Ibiza y Ceuta a prisiones de la Península. Interior ha confirmado que los cambios de prisión de Jon Aldana Celaya, trasladado el pasado martes desde la cárcel de Ceuta a la de Castellón; Kepa Narbarte Gil, trasladado ayer desde la prisión de Ibiza a la de Ocaña II (Toledo); y Josu Ziganda Sarraeta, trasladado desde Ceuta a Valdemoro (Madrid), obedecen al cumplimiento de diversas diligencias judiciales, sin que en ningún momento los cambios de destino de los reclusos formen parte de un plan de acercamiento de presos etarras.Según fuentes de Interior, el traslado de Narbarte obedece a que se trata de un recluso preventivo, por lo que debe estar cerca del tribunal competente en la causa en la que se halla incurso. En el caso de los otros dos presos, su traslado obedece a que es necesario que estén a disposición judicial. Aldana y Ziganda regresarán al penal de Ceuta una vez hayan finalizado las diligencias que han motivado su conducción a la Península, según fuentes de Interior.

El ministerio salía así al paso de una nota hecha pública por Senideak, la asociación de familiares y amigos de los presos de ETA, en la que informaba de estos traslados como una decisión del Gobierno, en relación con la petición del Parlamento Vasco de acercamiento de presos etarras. Un comunicado oficial de Interior calificó la nota de "clara y burda maniobra de Senideak con el fin de confundir" a los ciudadanos.

Los familiares de los reclusos han anunciado que hoy saldrán del penal de Ceuta Asier Guridi Zaloña y Carlos Gil García. Según estas fuentes, "en los próximos días" se espera el traslado de otros tres presos de Ceuta: María Eugenia Gracia Campillo, Emiliano Biaña Balda y Estanis Etxaburu Solabarrieta. Los familiares de los presos etarras han indicado que sólo en el caso de Ziganda el motivo del traslado obedece a un asunto de diligencias judiciales, mientras que en el resto el cambio de cárcel se debería a nuevos destinos.