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Alemania anuncia que examinará con lupa" las trampas presupuestarias de sus socios europeos

Xavier Vidal-Folch

El Gobierno alemán aseguró ayer en el Consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) que "examinará con lupa" las trampas presupuestarias realizadas por otros Gobiernos para aparentar menor déficit del real y alcanzar la unión monetaria en cabeza. Alemania discrepa de sus socios sobre el Pacto de Estabilidad, dentro del que la Comisión quiere sancionar también a quienes desborden el tope fijado para la deuda. La Comisión propone para los estos sobreendeudados un depósito del 0,2% del PIB, transformable en multa si en un año no han absorbido el revés.

La discusión fue breve, pero tensa. El secretario de Estado alemán de Economía, Jürgen Stark -una paloma frente al halcón ministro de Finanzas, Theo Waigel-, trató de disuadir a quienes buscan en el Gobierno de Bonn mayor comprensión que en el todopoderoso banco emisor alemán sobre una interpretación flexible de los criterios de convergencia. "Estamos de acuerdo con el Bundesbank sobre el cumplimiento severo y estricto de los criterios de convergencia", dijo. "Alemania examinará con lupa las medidas transitorias que con carácter único y no permanente se tomen para alcanzar el criterio de déficit" pactado en Maastricht, amenazó.Aludió, sin señalarles con el dedo, a países que han aplicado la cosmética a los ingresos presupuestarios de 1997 para ubicarse dentro del tope del 3% impuesto por Maastricht. El caso más grave es el de Francia, que computa como ingreso los 37.500 millones de francos -casi un billón de pesetas-, del fondo de pensiones de France Telecom, cuando se trata del peaje recibido por asumir una deuda a largo plazo. Medidas de contabilidad creativa las practica también Bélgica, entre otros.

El francés Jean Arthuis miró de soslayo y rebotó de nuevo sobre Italia en relación a otro criterio, la estabilidad del tipo de cambio. Dijo que la lira sólo debe entrar en el SME cuando su paridad se coloque al nivel "deseable y durable". El italiano Carlo Azeglio Ciampi había asegurado que la lira entrará "dentro de este año".

Pero la dureza alemana no sólo versó sobre la coyuntura inmediata. En la discusión de café, Stark se mostró también estricto sobre los términos del Pacto de Estabilidad para los países que accedan a la unión monetaria -los llamados in-, que debe aprobarse antes del próximo diciembre. Pide sanciones más duras para quienes, una vez dentro, desborden los criterios, y defiende que las eximentes sean casi impracticables.

"La discrepancia entre Alemania y todos los demás es frontal en este punto [las eximentes], que será la clave del Pacto de Estabilidad", comentó a este diario uno de los asistentes. Incluso Londres, recién convertida a la dureza contra los excluidos, los out, protestaba. "Apoyamos el Pacto de Estabilídad, pero somos más pragmáticos que los alemanes", comentó el canciller del Exchequer, Kenneth Clarke.

Para Bonn, los reglamentos so bre el Pacto de Estabilidad para los in, la Comisión propondrá mañana, son blandos. Y eso que Bruselas aconseja sancionar no sólo a los incumplidores del déficit (tope del 3% del PIB), sino también a los que desborden la deuda (tope del 60%). Siempre que se trate de "deuda creciente" una vez incorporado, lo que afectaría a Alemania. Pero no si es "menguante", por lo que Irlanda se libraría, aun que entre con más del 60%. La Comisión propone para los estos sobreendeudados un depósito del 0,2% del PIB, transformable en multa si en un año no han absorbido el revés.

Para los ultradeficitarios, Bruselas postula un canon fijo del 0,2%, más otro variable de una décima de PIB por cada punto de exceso de déficit, con un máximo en total del 0,5% del PIB. El depósito de esa cantidad se convertirá automáticamente en multa, si no se reabsorbe el problema. La Comisión concreta la eximente de "circunstancias excepcionales" en una recesión de un 1,5% del PIB durante cuatro trimestres, y está abierta a otras. Bonn reclama más dureza, un 0,25% de multa por cada punto de exceso, sin topes. Y cifra la eximente en una recesión anual de al menos un 2%.

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