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Tribuna
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Otoño

Creadores de variado pelaje consideran al otoño como su territorio, su caldo de cultivo. Madrid es una ciudad de otoños: la luz, la gama cromática de los cielos, las hojas muertas, el panorama desde Las Vistillas, melancolía, charletas tabernarias a la caída de la tarde, soliloquios perplejos y añoranzas de aquellos seres queridos a los que ya jamás se volverá a ver. Y a los artistas parece que les dan rienda suelta; andan por ahí, noche y día nerviosos, alucinados, al borde del parto.Este otoño coincide con la incorporación esplendorosa de muchos ciudadanos a Internet, donde se enfangan en un safari azaroso por selvas salvajes. Cansados de carretera, buscan sosiego en una autopista mastodóntica. Se agazapan ante sus pantallas, pasan de todo lo cercano, se blindan con un caparazón de teclas y ratones... Acaso ignoran que la simple mirada de un niño es mucho más compleja y sublime que toda la informática presente y venidera. Es un desatino desdeñar nuevas tecnologías. Pero es mayor disparate idolatrar a la ciencia y dejarse comer el coco por ella. Se corre el riesgo de omitir prodigios tan evidentes como la palabra, el suspiro, los guiños, los atardeceres, la aurora, las estrellas y el aire.

Si usted tiene síntomas de cibernosis, imponga unos días de vacaciones a su pantalla, que tiene la pobre la cabeza como un bombo, y usted también. Salga por Madrid y diviértase localizando artistas: están por los bares, en las Batuecas, etéreos por las calles, inquietos por los parques. Sepa usted que muchos de ellos están a punto de romper aguas.

Por ejemplo, Martirio, que ultima sus Coplas de madrugá en un disco-libro de El Europeo. Ella no es muy dada al noctambuleo, pero de vez en cuando se la ve por el Café del Foro impartiendo risas, melodías al oído, susurros, terciopelo e invitación a la vida. Por ejemplo, Ricardo Solfa (ex Jaume Sisa) que ahora es otro personaje apodado El Viajante. Por ejemplo, Luis Eduardo Aute: interviene en el último disco de Los Sabandeños e inaugura exposición pictórica y húmeda el martes.

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