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Los bancos se quedan con el 45,5% de Eurotunnel tras reestructurar la deuda

La sociedad Eurotunnel anuncio ayer en Londres y París un acuerdo con los bancos acreedores para la reestructuración de la deuda de la compañía que amenazaba con llevarla a la quiebra. El plan, muy complejo, supone la reestructuración de deuda por 38.000 millones de francos (950.000 millones de pesetas), de un total de 70.000, e incluye la conversión de deuda en acciones, en obligaciones canjeables por acciones, créditos participativos y el compromiso de tipos de interés más bajos que los de mercado. Hasta el 2003 los bancos pasarán a poseer el 45,5% de las acciones de la sociedad.

De los 38.000 millones de francos de deuda que se reestructuran, 16.000 se convertirán en fondos propios, según aseguró ayer el copresidente francés de la sociedad Patrick Ponsolle. Para aligerar la deuda, 8.000 millones de francos se convertirán inmediatamente en acciones a un precio de 10,4 francos cada una. Otros 8.000 millones se emitirán como obligaciones convertibles en acciones en el año 2003 a un precio de 12,4 francos. El plan incluye también nuevos instrumentos financieros. Por ejemplo, prevé la transformación de 9.600 millones de francos de deuda en créditos participativos así como la transformación de 12.000 millones de créditos en obligaciones a tipos de interés variable.El total de la deuda queda establecido en 32.000 millones de francos con un tipo de interés que durante los próximos siete años será "sensiblemente inferior al del mercado".

La situación de Eurotunnel es muy compleja debido a que, a pesar de tratarse de una obra financiada por capital privado, social y políticamente era imposible aceptar una quiebra que, sobre el papel, podía favorecer a los bancos pero en la práctica les embarcaba en un largo, complicado, costoso y desacreditador pleito con los 750.000 accionistas individuales que han enterrado parte de sus ahorros en el fondo del mar, en una obra que es un éxito tecnológico pero una catástrofe financiera. La acción se introdujo en Bolsa en 1988 al precio de 22 francos, en 1989 se cotizaba a 105,14 francos (2.600 pesetas), pero desde entonces no ha dejado de perder valor, llegando a su nivel más bajo el pasado mes de abril, cuando el título se cotizó a 4,8 francos.

El acuerdo ha sido conseguido después de dos semanas de negociaciones secretas entre la compañía y los seis bancos principales acreedores. Luego se explicó a otras 24 entidades financieras y, para su aprobación, queda el visto bueno definitivo del sindicato de 225 bancos sindicados y de los accionistas, lo que ocurrirá, probablemente, a principios de 1997.

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