¿Tengo algo en la espalda?

Nadie cree mucho en la posibilidad de llegar a grandes acuerdos. Es verdad. Y van a ir a la reunión mirando de reojo por encima del hombro, buscando dagas tracioneras en la propia espalda. Pero hoy, sendas representaciones de I U y del PSOE se reunirán en un hotel madrileño para intentar buscar puntos comunes de oposición al Gobierno del PP.Tal vez sea el primer encuentro de búsqueda de diálogo que viene precedido por el escepticismo y el degüello. Tanto en IU como en el PSOE, al referirse a estas negociaciones, se ha hablado más de las dificultades de consenso que de las posibilidades de entendimiento. A la coalición de Julio Anguita -y mucho más a Julio Anguita- le cuesta renunciar a hurgar en el pasado para establecer los reproches del presente. Todavía el pasado sábado el máximo órgano entre asambleas de IU sacaba a la hoguera las herejías de los socialistas mientras hacía a la vez advocaciones al diálogo.

En el PSOE el clima tampoco es mejor. Cualquier declaración de Anguita ha sido aprovechada para justificar lo difícil de encontrar puntos de acercamiento entre ambas organizaciones. Y daba igual que se hablara del Rey, de las pensiones o de la OTAN. Todo sirve para alimentar la desconfianza.

¿Y qué? Hoy, en un hotel de cinco estrellas, la izquierda hablará. Algo habrá que les una.