_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

EL CUADERNO DE ANDAR POR CASA: JORGE VALDANO

Jorge Valdano

Monumento al atrevimiento. Borocotó, un mítico periodista deportivo argentino, pretendía levantar un monumento al inventor del regate: "... un pibe de cara sucia, con una cabellera que le protestó al peine el derecho de ser rebelde; con los ojos inteligentes, revoloteadores, engañadores y persuasivos, de miradas chispeantes que suelen dar la sensación de la risa pícara... de dientes pequeños gastados de morder el pan de ayer...", decía en su propuesta. Hoy, este modelo sería imposible desde la pinta: le harían cortar el pelo. Salvo que el mercado espabile y caiga en la cuenta de que estos locos imprevisibles son muy buenos para el negocio.Gustavito ya es Gustavo. Antes de comenzar el campeonato, Gustavo López dijo algo así: ''Si ando mal devuelvo el dinero"; es que los buenos de verdad se tienen mucha fe. Juega adelante, donde la imaginación y la habilidad hacen la revolución, y necesita de libertad para que el atrevimiento se pueda dar algunos vicios. Su deslumbrante aparición tocó el sistema nervioso del fútbol argentino, siempre sensible a los jugadores que hacen de lo imprevisto un modo de ser. Desde entonces tuvo un bajón futbolístico (casi obligatorio en toda evolución), padeció una grave lesión (el sufrimiento también puede ser escuela) y cambió de país (en la lucha por la adaptación sólo sobreviven los más hábiles ... ): ahora, consolidado como hombre y futbolista, llegó al sitio en donde lo esperábamos sus admiradores. Ahora bien: quienes creemos en él ya no nos conformamos con poco, y nos gustaría que el monumento al regate se pareciera a él.

El manual del mano a mano: Renato Cesarini, un viejo entrenador suramericano, le recomendaba a sus goleadores que se hicieran amigos del arco. Entraban al campo y antes del comienzo del partido calentaban la red a pelota zos para que los goles se fueran haciendo a la idea. Esa terapia, útil para la confianza, no la necesita Ronaldo, una apisonadora con motor de Ferrari que lleva el gol incorporado. Ronaldo sóloes levemente brasileño; su estilo frío, demoledor y siempre desequilibrante más bien lo emparenta a un marciano. Entre todo lo que gusta de su juego es la facilidad con la que resuelve en el mano a mano con los porteros es lo que más me impresiona.

El mismo Cesarini solía decir que en ese tipo de duelo: "Cuando más cerca se está del portero más lejos se está del gol". Saber manejar las distancias y las velocidades con el balón bajo control es de una complejidad que no se aprende, pero el secreto está en la posición del cuerpo. Cuando Ronaldo se encuentra con el portero se pone casi de perfil (con un hombro apuntando al banderín del córner más cercano) y así abre los dos ángulos. Con todo el cuerpo apuntando al segundo palo el portero suele moverse, entonces el tiro se convierte en amague y Ronaldo aprovecha para eliminarlo con un regate largo hacia el lado contrario (es lo que más le gusta). Ahora sí es tiro. Y gol.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_