Crisis en el Madrid por el intento de dimisión del tesorero

Lorenzo Sanz afrontó a los diez meses de mandato en el Real Madrid la primera crisis. Juan Onieva,, el tesorero, llegó a presentar su dimisión al presidente blanco tras las reiteradas críticas de un sector de la junta a su trabajo. Miembros de la directiva acusan a Onieva de buscar excesivo protagonismo en los medios de comunicación y de sobrepasar el límite de sus funciones. El presidente madridista, antes de la junta directiva que el club celebró ayer, reunió a los vicepresidentes Ignacio Silva y Juan Manuel Herrero, el directivo Francisco Bustos y el propio Onieva, diregentes entre los que había estallado el conflicto. Lorenzo Sanz, después de escuchar a sus directivos, zanjó el asunto con su respaldo a Onieva. Herreros, tras esta decisión, no acudió a la reunión de la junta directiva. "La actitud del presidente ha sido positiva y me siento satisfecho", aseguró Onieva.El tesorero del Real Madrid había mostrado su malestar por la actitud de Juan Manuel Herrero y de Francisco Bustos, los dos miembros de la junta directiva que habitualmente acompañan al equipo en sus desplazamientos, por haberle impedido hacer declaraciones a los medios de comunicación.

El conflicto estalló en Sevilla. Onieva acompañó al equipo para su partido contra el Betis. En la expedición figuraban como siempre Herreros y Bustos. Lorenzo Sanz se encontraba esos días en Brasil buscando jugadores. Onieva acudió a la comida que ofreció el Betis antes del encuentro y a la que por primera vez en mucho tiempo asistió Manuel Ruiz de Lopera, el apoderado del club. Lopera dejó claro que estaba allí por su "amistad" con Onieva al que intentó sentar a su derecha como invitado de honor. El tesorero hizo ver al apoderado del Betis que ese lugar lo debía ocupar Herreros por ser el vicepresidente primero. Ese problema de protocolo y las declaraciones que durante el viaje hizo Onieva a los medios de comunicación sobre los asuntos de actualidad del club terminaron de encender una mecha que comenzó a arder mucho antes.

El domingo en Oviedo la situación se agudizó. Herreros dejó claro ante los periodistas que él era, en ausencia de Sanz, la máxima autoridad del club y el que haría las declaraciones. Horas después Onieva llamaba a Sanz y presentaba su dimisión.

Onieva explicó ayer su decisión: "Yo estoy en el club porque el presidente me nombró. Dedico diez horas al día al Madrid. Me parece ridículo que cada dos por tres me saquen el organigrama".