Fuimos cinco
En artículo publicado en su diario el 19 de septiembre -sección Madrid- se atribuye la autoría de la placa que recuerda a Velázquez y la Casa del Tesoro a los profesores Virginia Tovar y Antonio Bonet. Fuimos cinco, en realidad, quienes realizamos la inmensa mayoría de las 172 placas que se incluyeron en la publicación indicada; a mí pertenecen 63 de ellas, y una -¡la primera de las mías!- es la correspondiente a Velázquez.Por supuesto, ello nada tiene que ver con mi reconocimiento al prestigio de los grandes especialistas citados. Más vale puntualizar, porque cada uno de los autores se responsabilizó del texto, justificación histórica y lugar idóneo de las placas que se le asignaron. De las mías, sólo una. está fuera de lugar, a pesar demis advertencias.
Velázquez jamás vivió en la Torre del Oro, ni en Sevilla, ni en Madrid. Hubo en el viejo alcázar una torre dorada, cercana a un posible primitivo obrador del pintor, en la, galería del Cierzo. Mas, en sus años de madurez, habitó en la Casa del Tesoro, aunque ya antes empleó un taller contiguo. Pero la tal casa nada tiene que ver con los restos demolidos -que no he visto-, pues constituía el tercer cuerpo de un largo apéndice oriental del alcázar, iniciado en el zaguán de oficios, y cuyos dos primeros tramos eran llamados, genéricamente, oficios y cocinas nuevas.
Como asesor histórico del Ayuntamiento entonces puedo asegurar que lo mucho o poco que reste de los aposentos habitados por Velázquez está bajo la plataforma de la plaza, y justo hasta ese punto inmediaciones de la estatua- llegaron los trabajos arqueológicos previos de la primavera-verano de 1992.
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