Almunia acusa al jefe del Gobierno de seguir los dictados de CiU y PNV
La presión opositora del PSOE hacia el Gobierno subió ayer algunos grados. El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Joaquín Almunia, preguntó al presidente del Gobierno, José María Aznar, si son públicos todos los acuerdos que su partido ha suscrito con los grupos políticos que le apoyaron en la investidura. Además de preguntarle, Almunia formulé una dura acusación: "Ustedes tienen que preguntar a quienes de verdad gobiernan" para enterarse de lo que deben hacer porque, según Almunia, el Gobierno no sabe cómo actuar.
La pregunta concreta que formuló el portavoz socialista era si se han hecho públicos todos los acuerdos entre el Gobierno y los grupos nacionalistas (CiU, PNV y Coalición Canaria). La respuesta de José María Aznar alcanzó el máximo posible de síntesis y de rotundidad:"Sí".A partir de ahí, Almunia empezó a desgranar acusaciones políticas, primero manejando datos y citando exigencias del presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, o acusaciones del presidente del Gobierno canario, Manuel Hermoso, que, según el portavoz socialista, exigió al Gobierno que "cumpliera los pactos no escritos" y les acusó, también, de que el Gobierno cumple los compromisos escritos "pero no los verbales".
Almunia aprovechó su intervención para contraponer la política de oscuridad que a su juicio mantiene el Gobierno con la que practicó el Gabilnete socialista, y retó a José María Aznar para que preguntase a sus actuales socios cómo en tiempos del Gobierno socialista "no ha habido - acuerdo que no haya pasado por el Diario desesiones",es decir, que no haya sido debatido en el Congreso.
Reproche
La respuesta de Aznar, además de ser categórica negando que exista cualquier pacto secreto y repitiendo que todos los acuerdos son públicos, sostuvo, también, algún reproché en sentido contrario, porque, según dijo, eso no ocurría cuando el PSOE gobernaba. Pero el presidente del Gobierno introdujo, además, alguna sutileza política. Con el estilo oratorio que le caracteriza, José María Aznar se extendió en repetir que no hay pactos secretos ni con los, grupos que le apoyan, ni con las comunidades autónomas, ni con las centrales sindicales y ni siquiera con miembros del Partido Socialista.
Con esta puntualización, José María Aznar añadía algo que no se le había solicitado en la pregunta, pero que, sin duda, tuvo interés en poner de relieve y que hacía referencia, indudablemente, a sus conversaciones con el ex presidente del Gobierno Felipe González, de las que, en algún momento, se ha propalado la idea de que sirviesen para cerrar algún tipo de pacto no conocido.
A pregunta del diputado de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Joan Saura, Aznar señaló que la congelación del suelo de los funcionarios es "una medida ni grata ni fácil, pero imprescindible" para cumplir los criterios de convergencia fijados en Maastricht.
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