Los españoles reclaman reformar su sanidad en una encuesta europea

Los ciudadanos de los países menos ricos de la UE, Grecia, Irlanda, Portugal y España, son los más insatisfechos con sus sistemas sanitarios. Así aIgunos cambios o una "reforma total" es necesario para un 82,6% de los españoles, según una encuesta que lleva a cabo actualmente la London Scholl of Economics y avanzada ayer en ' Madrid en las jornadas sobre la sanidad en el mundo organizadas por The Economist.

Sólo el 36%, de españoles se declara abiertamente satisfecho con su sistema sanitario. Pero globalmente, supera el 80% los que sumados reclaman "pequeñas modificaciones" (32,2%); "cambios fundamentales (36,1%) o "replantearlo totalmente" (14,3%). En estas apreciaciones coinciden los ciudadanos de los países menos desarrollados de la UE, mientras que los de Alemania, Suecia, o Dinamarca muestran grados de satisfacción superiores al 50%.Son datos preliminares sobre una encuesta a 1.000 ciudadanos de los 15 países de la UE, realizada este año, y avanzados ayer en Madrid por Julian Le Grand, profesor de política sanitaria de la London Scholl of Economics. Le Grand matizó. la aparente contradicción, de que Reino Unido y, en especial, España, tengran, con menores inversiones" índices sanitarios superiores . a otros países de la UE.

Sobre qué reformas concretas demanda el ciudadano todavía no hay respuestas, si bien el economista británico subrayó la impopularidad de cualquiera que se emprenda. En especial si se cimentan en las dos soluciones en boga: eficiencia y mercado.Vender reformas

"Vender reformas. es muy difícil, porque genera consecuencias que la gente percibe como injustas.", explicó ayer Le Grand. "La mayor eficacia, que se busca con las reformas, no se considera como algo importante por la opinión pública, parecen planteamientos materialistas. Y las ventajas del mercado se consideran inmorales. En términos económicos las reformas pueden ser un éxito; en términos políticos, un desastre", concluyó.

Eficiencia y mercado: Las corrientes renovadoras en toda la sanidad de la UE, acuciada por su insuficiencia financiera, desde hace años se están cimentando en estas fórmulas mágicas. El Reino Unido las ha introducido dando independencia presupuestaria a sus hospitales y capacidad de decisión sobre los tratamientos, aunque Le Gran advirtió que "están aumentando los. costes administrativos, y no sabemos, si por encima del ahorro que se consigue con la mayor eficiencia". Alemania, por su parte, ha abierto la veda de la competencia entre los seguros que cubren a sus trabajadores y las prestaciones que ofrecen.

Otros países palían el crecimiento de los gastos aumentando la aportación del ciudadano a los servicios sanitarios. Los suecos, por ejemplo, han pasado de pagar siete coronas (140 pesetas) por cada visita al médico especialista en los años 70 a desembolsar en la actualidad 200 (400 pesetas), además de aumentar su co-pago en medicinas, según indicó la ministra de Salud de Suecia, Margot Wallström.

Y los franceses han visto como aumenta la diferencia entre lo que les subvenciona el Estado -un 75% de los gastos sanitarios- y lo que pagan realmente por acceder a ellos, ya que los médicos que libremente eligen pueden cobrarles la diferencia con la tarifa oficial. que les retorna el Estado. Además, "algunos productos ya no son pagados por el seguro aunque se prescríban", indicó Simone Sandier del, Centre de Recherche, d'Etude et de Documentation en Economia de la Santé, de París.. "En Francia hay libertad de elección, pero se paga", afirmó.Jubilación anticipada

Este país está implantando otras medidas de recorte del gasto como la creación de un carnet de salud por ciudadano, para evitar que se de la repetición de análisis y pruebas diagnósticas. Por si el exceso de médicos es un factor que contribuye a gastar más, el Gobierno francés también se propone "reducir la intensidad médica, promocionando las jubilaciones a los 57 años a cambio de indemnizaciones", según indicó Simone Sandier. La promoción de medicamentos genéricos -principios activos sin marca comercial- es otro de los propósitos de la Administración francesa, que asegura haber reducido su incremento de gasto sanitario del 9% al 3% en una década.

Aún con estas medidas, los países que consiguen desacelerar el crecimiento del gasto sanitario, se quejan- de que su aumento sigue siendo más rápido que el de la economía general.

El fondo común de la cuestión, como indicó Sandier, es que, en salud, las espectativas de la población son ilimitadas. "La gente quiere vivir más y sin ningún tipo de discapacidad".