Los socialistas reiteran que el PP quiere "eliminar" de la escena a González
Las buenas palabras del presidente del Gobierno, José María Aznar, de que entre sus objetivos como gobernante no figura "meter en la cárcel a nadie", lejos de tranquilizar a los socialistas les ha hecho ratificarse en la tesis de que los populares "van a por Felipe González". Así 'lo afirma el secretario de organización del PSOE, Cipriá Ciscar: "El PP y su presidente siguen mostrando un temor infinito hacia González, y Aznar actúa tirando la piedra y escondiendo la mano".
Según el número tres del partido socialista, Aznar presenta la cara amable, pero sólo "para que sea Álvarez Cascos quien exprese lo que de verdad piensan" los populares.En la reunión que hoy celebrará la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, presidida por González, se tendrán muy en cuenta las referencias hacia el secretario general del vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos. En el mitin del pasado viernes en Madrid, el número dos del Ejecutivo declaró a González inhabililtado "política y moralmente" para criticar a Aznar por haber colocado el prestigio de la presidencia del Gobierno de España "a los pies del estrado del Tribunal Suprerno".
Con ese estilo "insultante y arrogante", según opinión de Ciscar, el PP deja traslucir sus, intenciones, que consisten en impedir que González pueda encabezar la oposición, de forma eficaz. A decir de Ciscar, opinión compartida Por muchos miembros de la dirección del primer partido de la oposición, ese afán de dejar en la cuneta al ex presidente del Gobierno tiene mucho que ver con "el temor infinito" que despierta su secretario general en Aznar.
No parece, sin embargo, que esta convicción de los socialistas vaya a inhibir a González para ejercer como líder del principal partido de la oposición, tal y como reclaman con insistencia sus militantes. El PSOE se propone intentar vivir y ejercer su papel político con la espada de Damocles que supone tener a su secretario general pendiente de que el Tribunal Supremo decida o no llamarle a declarar sobre la trama de los GAL en el procedimiento en el que ya está procesado el ex ministro del Interior y diputado socialista José Barrionuevo.
Después de la gira de González por Chile, Uruguay y la asistencia a la reunión de la Internacional Socialista en Nueva York, los socialistas sitúan la fecha de hoy, 23 de septiembre, como el comienzo oficial de la actividad normal del ex presidente del Gobierno al frente del PSOE en la labor de oposición frente a un Gobierno al que, subrayan, se le han gastado con creces los 100 días de gracia.
El PSOE no se va a dar por enterado del requerimiento hecho el pasado viernes por el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Rodríguez, para que González diga si es verdad que se vanaglorió de que durante su etapa de Gobierno el rey Juan Carlos no tuvo que afrontar problema alguno, mientras que en sólo cuatro meses de Gobierno del PP ya se ha visto envuelto en una polémica promovida por Julio Anguita.
"Nosotros no damos cuenta del contenido de nuestra reuniones internas", asegura Ciscar. Con soma, se preguntó luego si "el señor Rodríguez, además de controlar los medios públicos de comunicación, también quiere vigilar la vida interna de los partidos de la oposición". González hizo la mencionada alusión, según está contrastado por diferentes interlocutores, en una reunión del Grupo Parlamentario Socialista celebrada el pasado martes a puerta cerrada.
En la reunión de hoy de la ejecutiva socialista, entre otros asuntos como el modelo de financiación autonómica, las últimas medidas del Consejo de Ministros y la acción parlamentaria, se tomará una decisión definitiva sobre la delegación que debe intentar conseguir acuerdos de oposición con Izquierda Unida.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.