Quebranto
La credibilidad del proyecto de Izquierda Unida puede sufrir grave quebranto si resuelve sus problemas domésticos del modo, presuntamente fraudulento, que ha despachado un conflicto en Aranjuez.Los hechos. Hace más de un año, miembros del Consejo Político de Aranjuez denuncian ante IU Madrid la actuación de dos de los tres concejales del Ayuntámiento y otros afiliados/as afines por graves infracciones de los principios políticos y estatuarios de IU. Resultado. Tanto tienes, tanto vales. Los concejales aportan a Madrid unos ingresos que no reporta una organización de más de 150 afiliados/as. Lejos de corregir posibles prácticas antidemocráticas, IU Madrid elude su deber de proteger la legitimidad democrática del Consejo elegido por las bases y participa e estas irregularidades, convocan do una asamblea, para sustituir un Consejo incómodo por otro dócil que acepta sin reservas la profesionalización de los políticos en IU.
En la otra orilla, quienes en tendemos que la política es asunto de todos, y que ha de conservar un mínimo de componente altruista a favor de los más indefensos, sin buscar otra satisfacción que la conformidad con nuestra conciencia, impugnamos la asamblea estatutariamente.
La indiferencia y el desprecio a la discrepancia hace que transcurran cuatro meses sin resolución de la Comisión de Garantías Democráticas de Madrid. Reclamado por algunos impugnantes el reconocimiento de los efectos previstos en el artículo 33.5 del Estatuto Regional de Madrid, que proclama el carácter positivo del silencio tras un mes sin dictarse resolución expresa, acudimos a la última instancia jurisdiccional de IU, Comisión de Garantías Democráticas Federal, postulando el amparo de nuestros derechos, la investigación de los hechos denunciados, la exigencia de responsabilidad a IU Madrid y con ello, la restitución de la legalidad democrática conculcada en Aranjuez. La Comisión Federal, en un alarde de: arbitrariedad, resuelve archivar el recurso, por inexistencia de infracción estatuaria, al haberse ampliado por la Comisión de IU de Madrid el plazo legal de un mes para resolver.
Ni el Estatuto recoge tal posibilidad, ni tan ilegal aplazamiento fue notificado a los recurrentes, ni se acredita el mismo.
Conclusión. Mientras no se produzca una radical regeneración ética de la izquierda, la democracia, la Constitución, el programa y la alternativa no dejará de ser un simple brindis al so.
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