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Los marineros del barco español que ardió en Angola critican la tardanza del rescate

Los supervivientes del Temereli, el barco onubense que ardió en la madrugada del jueves en la bahía de Luanda (Angola), han criticado la tardanza de los servicios de rescate del país africano en acudir en su ayuda. Tres marineros fallecieron calcinados en el siniestro, cuyas causas aún se desconocen. Los ocho tripulantes del barco, que habían relevado el día anterior a la anterior dotación, dormían en sus camarotes cuando se declaró el incendio.

Los fallecidos son José Antonio Cardoso Molina, de 54 años, engrasador; Juan Salas Moreno, de 42 años, maquinista, y Tomás Traico Urbano, de 38 años, cocinero. Los dos primeros residían en Isla Cristina y el tercero en Huelva. Los supervivientes criticaron la tardanza de los bomberos del puerto de Luanda desde que se declaró el incendio.Los otros cinco tripulantes, tres onubenses y dos gallegos, se encuentran fuera de peligro, aunque dos de ellos sufrieron heridas. Los supervivientes partieron ayer en un vuelo desde Luanda de regreso a España. La repatriación de los tres cadáveres se retrasará hasta la semana próxima, cuando hayan concluido las investigaciones sobre el origen del suceso, informa Europa Press.

El Teremeli, un marisquero de 249 toneladas, propiedad de la empresa onubense Mariscos Rodríguez, ardió en la madrugada del jueves durante más de seis horas, cuando estaba fondeado en el puerto africano. Según declararon algunos de los supervivientes, un barco ruso trató de ayudar al pesquero.

La empresa armadora desconoce las causas del siniestro, aunque asegura que "fue un accidente fortuito", según dijo Antonio Ponce, asesor de Mariscos Rodríguez. Los tripulantes atribuyen en principio el origen de las llamas a un cortocircuito en la cocina, que se encuentra próxima a los camarotes.

La embarcación. quedó totalmente destruida. El Teremeli estaba fondeado en la bahía para proceder al relevo de la tripulación y a trabajos periódicos de revisión, reparación y limpieza, del casco antes de volver a faenar. Las autoridades marítimas angoleñas han abierto una investigación para esclarecer las causas del siniestro.

Según relató a Efe en Luanda José Luis González, uno de los cinco supervivientes, le despertó el fuerte calor a primera hora de la madrugada y cuando abrió la puerta del camarote le abrasaron las llamas, que le causaron quemaduras en la cabeza. González despertó a sus dos compañeros de camarote.

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Como no pudieron abrir la puerta, arrancaron una rejilla de ventilación en la parte baja. González y el marinero Antonio Ribero de los Santos lograron salir arrastrándose entre las llamas. Peor suerte corrió el cocinero, cuyo cuerpo carbonizado fue rescatado horas más tarde por los bomberos. Los otros dos cadáveres fueron encontrados en otro camarote de popa.

Los marineros explicaron que es frecuente dormir con los camarotes cerrados para evitar los frecuentes asaltos en la bahía luandesa. Mariscos Rodríguez cuenta con una flota de 17 marisqueros que faenan en aguas africanas. La empresa armadora aseguró que el Teremeli había pasado una revisión hace algunas semanas, por lo que "todos los sistemas eléctricos funcionaban sin problemas".

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