Las cilindradas menores ya no sonríen a los españoles

Antes, no hace tanto, el motociclismo español miraba a los 125cc, al dos y medio para conocer el éxito. Ahora, los triunfos llegan en la categoría reina, los 500cc, y pasan los domingos sin que las cilindradas menores rememoren demasiado los viejos tiempos. Aunque Jorge Martínez Aspar (Airtel-Aprilia) y Emilio Alzamora (Cepsa-Honda) son protagonistas en 125cc, y Luis D'Antín (Mx Onda-Honda) brilla de vez en cuando en 250cc, estas carreras ofrecen menos que las que hacen famosos a Crivillé, a Checa o a Puig.Eso fue exactamente lo que pasó ayer en Montmeló. Ganaron un japonés en la categoría más pequeña, Tomomi Manako (Honda), y un italiano en la mediana, Max Biaggi (Aprilia). Y los españoles, un día más, quedaron apeados del cajón. Alzamora, cuarto en 125cc, fue el que lo tuvo más cerca, y ahora ocupa esa misma posición en el Mundial, en el que el japonés Haruchika Aoki (Honda) cobra cierta ventaja tras la caída de su rival Masaki Tokudome (Aprilia) en la primera vuelta.

Los dos españoles, como en la mayoría de carreras, lucharon por la victoria. Pero ninguno de los dos logró. seguir el ritmo de Manako cuando éste pegó el tirón definitivo. Alzamora, incluso, apuró su opción hasta la última curva pensando en obsequiar a sus paisanos con una visita al podio. Sin embargo, otro japonés, el ex campeón Kazuto Sakata (Aprilia), le birló la medalla de bronce. Aspar, por su parte, fue octavo después de descolgarse en las últimas vueltas del grupo principal, con las gomas desgastadas.

En 250cc, Biaggi tuvo otro de sus paseos y sigue líder del campeonato. Sólo sus propios errores pueden apartarle de imitar a Doohan como tricampeón. El italiano logró su cuarto triunfo consecutivo en Montmeló -ninguno otro piloto, desde la inauguración del circuito, ha ganado en 250cc-, mientras que su oponente en el Mundial, el alemán Ralf Waldmann (Honda), se clasificó tercero. D'Antín, 13º fue el mejor español.