Una vez más
Ronaldo. No me canso. Primero lo había intentado de volea sin ni siquiera acertar a dar al balón. La segunda y última vez que tocaba la pelota en el primer tiempo lo hizo con tres metros de ventaja y en su zona. El primer recorte dejó sentado a Merino, luego a Ceballos y sin ángulo dejó su firma en El Sardinero.Nunca sabes. El Racing demuestra mucha consistencia defensiva, forma dos líneas en las cercanías del área cerrando los espacios al Barça, que se ve incapaz de generar ocasiones. El problema son los 80 metros que tiene hasta la portería contraria. Si adelantas las líneas para recuperar el balón más cerca creas más espacios. Nunca se sabe.
Conformismo. La segunda parte el Racing sigue igual y el Barça entra en una fase de absoluta pasividad, con continuas pérdidas de balón. La única ocasión del Racing se convierte en gol. Sensacional pase de Jaime que finaliza el recién entrado Correa. Un especulativo Barça no dispara a puerta hasta el minuto 40.
Las prisas. Agotado el Racing, el Barça crea en los últimos cinco minutos más sensación de peligro que en el resto del encuentro. La entrada de Amor e Iván de la Peña permitió un mayor control del juego. La reacción fue insuficiente, no mereció más.
Esquinas Torres. No le hubiera venido mal fijarse en el danés Milton Nielsen, del Atlético-Steaua. Fue todo lo contrario. Interrumpió el juego de continuo, parecía una señal de stop luminosa. Contribuyó al aburrido espectáculo.
Cincuenta niños. La ilusión de su vida. Todos con la camiseta del Barça preparados para la foto con sus ídolos. No fue posible. La formación del Barça se deshizo rápidamente. Como después en el partido.
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