Caída de juvenil
El viento nos ha hecho la etapa. Desde el principio hemos tenido un enemigo tradicional a nuestro lado, pero camino de Málaga se ha portado más bien como un amigo: el fuerte viento de cara. Nos ha favorecido porque desde el principio hemos rodado con fuertes velocidades y ya era el momento de que fuéramos calmados. Intentar atacar y hacer una escapada era una locura. Pero lo intentaron dos corredores, dos valientes como Cabello, un ciclista batallador que siempre anda intentándolo. Además, tenía la. motivación de estar en su tierra. Han cogido una renta de más de 18 minutos, pero está claro que cuando suena la alarma entran en acción los equipos de los sprinters, que son grandes galgos. Tienen tal potencial para echar escapadas abajo que saben matemáticamente hasta cuando pueden dejar a los fugados. Sin embargo, tanto Cabello como el italiano han ido muy deprisa y al principio les ha costado mucho trabajo limar segundos. Pero cuando faltaban 10 o 15 kilómetros se les ha cogido, lo que es normal. Sólo habrían llegado si por detrás hubiera habido un acuerdo para dejarles ir. Aun así, quiero felicitar a Cabello, un corredor que lo intenta y lucha, y ahí tiene en su palmarés una etapa en el Tour.Los equipos de corredores que quieren hacer una gran Vuelta hemos ido escondidos, a rueda, sin malgastar fuerzas. Hoy es la primera toma de contacto con la montaña y hay que empezar a estar atentos y controlar los movimientos de la ONCE, y también de Rominger y Escartín, que aunque parecen descartados para el triunfo final aún tienen a su alcance una plaza en el podio. Así que intentaremos estar al lado de Miguel y que la etapa pase sin complicación.
Me he caído por las calles de Almería, en la zona neutralizada. Ha sido un despiste: iba hablando con mi amigo Laiseka, del Euskadi. No me hecho nada. Ha sido una caída de juvenil.
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