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Un viajero de 600 kilos

El 'zoo' de Torrejón recibe un hipopótamo del de Valencia a cambio de tres leonas

De haber hecho apuestas ninguno de los congregados hubiera acertado sobre el modo en que Super-Gubly, un joven hipopótamo de dos años y medio, saldría del cajón que lo mantuvo encerrado durante más de seis horas. La mayoría esperaba signos de mareo o de abatimiento y, sin embargo, el animal hizo su aparición de modo triunfal: salió al aire libre, miró a su alrededor, dio un pequeño traspiés y, sin pensárselo dos veces, se zambulló en el agua.Para él, acababa de quedar atrás un viaje de cinco horas en camión y una apretada vida en un habitáculo de muy pocos metros cuadrados, con una pequeña charca de dos por dos para los chapuzones. Desde ayer, Super-Gubly es un habitante más entre los casi 500 del Zoo Parque Grande, en Torrejón de Ardoz, donde disfruta de un lago de más de 1.000 metros cuadrados para él solito, con la compañía de unas decenas de patos y un somormujo que le acogieron con resquemor.

El animal, de casi 600 kilos de peso, procede del zoo valenciano -al que se han entregado tres leonas a cambio-, donde había empezado a crear problemas por la falta de espacio que sufren los animales, tal como viene denunciando su director, Ignacio Docabo. Convivía desde su nacimiento con sus progenitores, pero al crecer, Submarinín (nombre con el que le bautizaron los valencianos) intentó montar a la única hembra que tenía cerca, su madre. El caso es que no por asuntos morales, sino por su propia seguridad (el otro macho, su padre, con más de 3.000 kilos de peso, arremetía contra el usurpador), se decidió sacarlo de allí. Lo cual no ha sido fácil. El primer intento se efectuó el lunes pasado, pero un error de cálculo en el peso el animal hizo que el cajon previsto no tuviera suficiente resistencia. Ayer, tras conseguir el adecuado, a las ocho de la mañana, se iniciaron las tareas para introducir al hipopótamo, pero hasta cuatro horas más tarde no se logró. La dificultad que hay que superar es sólo una, pero tiene peso: el animal entra en el cajón exactamente cuando le da la gana. No es recomendable anestesiarlos porque la tensión del traslado y el medicamento mata al animal en un 60% de los casos.

Los nuevos vecinos de Super-Gúbly, tres tigres, recibieron con recelo al nuevo inquilino. En medio del jaleo que causó el acontecimiento, fue necesario una grúa de grandes dimensiones para descargarlo; los felinos se mostraron muy excitados, pero no amedrentaron al recién llegado, que, ajeno a todo el lío, aceptó gustoso un aperitivo de higos.

Zoo Parque Grande. Carretera de Torrejón a Loeches, kilómetro 3,6. De martes a domingo, desde las 11.00 al anochecer. Precios: 800 pesetas adultos; 600 niños.

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