CEPSA, Petrocat y Total secundan la guerra de las gasolinas anunciada por Repsol

La compañía petrolera privada CEPSA ha aceptado el reto de Repsol. Ayer anunció oficialmente que igualará la mejor oferta de precio de Repsol (una peseta como mínimo de rebaja sobre el precio máximo del litro de gasolina, hasta tres pesetas según zonas) en el precio de la gasolina súper, y, además, informó que venderá su gasolina sin plomo de 98 octanos una peseta por debajo del precio de Repsol. Total y Petrocat se sumaron a las rebajas. Josep Piqué sugirió ayer la posibilidad de eliminar los precios máximos si continúa la competencia de precios; los consumidores pidieron rebajas de hasta cinco pesetas. La Bolsa premió a Repsol con una subida de 20 pesetas y castigó a CEPSA con una caída de 75.

La guerra de precios de la gasolina obtuvo ayer la primera gran respuesta. CEPSA aceptó el reto y decidió reducir el precio del litro de la gasolina súper "al mismo nivel que coloque Repsol sus precios y en los lugares donde lo haga". Al mismo tiempo, anunció que venderá el litro de su gasolina sin plomo de 98 octanos (no sujeta a precio máximo y distinta de la sin plomo de 95 octanos) una peseta por debajo del precio de venta de Repsol, es decir, a 118,9 pesetas. La posición oficial de CEPSA es que "no se dejará comer terreno", ya que el mantenimiento de su cuota de mercado, el 23% de las gasolineras del país, forma parte de sus objetivos empresariales".La reacción de CEPSA estuvo impregnada de escepticismo. "Suponemos que esta carrera a la baja terminará en dos o tres semanas; después ya veremos. Nosotros podemos aguantar, pero para los pequeños operadores ésta es una cuestión de supervivencia", indicó un portavoz. CEPSA teme que esta guerra se traduzca en "una pérdida de calidad del producto".

Las mismas fuentes indicaron que "el coste de esta rebaja de precios [que para CEPSA será de unos 600 millones durante este año] no gravitará sobre la cuenta de resultados; repercutiremos su impacto sobre la partida de publicidad". Ayer, la bolsa valoró de forma distinta las posiciones de Repsol y CEPSA. Mientras la compañía que preside Alfonso Cortina ganó 20 pesetas y cerró a 4.100 pesetas, CEPSA perdió 75 pesetas y cerró a 3.825.

Ofensiva controlada

Petrocat, la compañía catalana participada en el 45% por Repsol, otro 45% por CEPSA y en el 10% por la Generalitat, informó que reducirá sus precios entre una y tres pesetas a finales de semana "por realismo ante las necesidades del mercado". Total España bajó hasta dos pesetas el precio de sus carburantes a partir de las cero horas de hoy miércoles. Por el contrario, BP Oil España, de British Petroleum, con 400 estaciones de servicio, anunció que no bajará los precios.

Repsol ha acabado de definir su ofensiva comercial. En primer lugar, según informaron fuentes autorizadas a EL PAÍS, la compañía "no contrarreplicará a las bajadas de precios decididas por la competencia con nuevas rebajas". Es decir, mantendrá, de forma permanente, la reducción de precios mínima de una peseta en el litro de gasolina súper y sin plomo, y de hasta tres pesetas en zonas del litoral, como Galicia, Cataluña y País Valenciano. La cantidad de tres pesetas refleja un cálculo estadístico de hasta qué niveles bajará los precios en zonas de competencia; de hecho, las mismas fuentes informaron que en un número muy limitado de estaciones de servicio (alguna de Lérida) la rebaja llega a las 8,70 pesetas por litro.

Sobre esta política global, Repsol adoptará políticas de reducciones más acusadas en gasolineras específicas. No habrá, por el momento, más rebajas en bloque; Repsol ha descartado una guerra de precios a la inglesa, con bajadas en cadena. Repsol sortea además un Ford Escort Atlanta cada día, hasta el 6 de octubre, entre sus clientes que repuesten por al menos 1.000 pesetas. Tras la jornada de ayer, casi 5.000 estaciones ofrecen en toda España precios de gasolinas mucho más bajos que los máximos.

Josep Piqué, ministro de Industria y Energía, se felicitó de las reducciones y reiteró que si el precio de las gasolinas sigue bajando, el Gobierno se planteará la supresión de los precios máximos, como ya sucedió con los gasóleos. El sistema de máximos se mantiene por la falta de competencia. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) pidió que el precio de las gasolinas baje en al menos cinco pesetas, para que sea rentable buscar mejores precios. La Confederación de Consumidores y Vecinos entiende que las mayores reducciones se producen en las zonas más desarrolladas, por lo que se favorecerá un aumento de las desigualdad interregional.