Literatura femenina?
¿Cree usted que existe la literatura femenina? No es sólo una pregunta trampa; es, sobre todo, una pregunta formulada desde dentro de la lógica del discurso hegemónico que define, valora y Jerarquiza tanto lo artístico como lo genérico. Este discurso elaborado, mantenido y potenciado por varones y mujeres, como Soledad Puértolas con su artículo Literatura masculina, del domingo 1 de septiembre, que concibe el arte "como esa extrema cualidad que convierte una obra humana en algo casi divino", es el mismo que define, jerarquizando, a las mujeres como lo enigmático, lo extraño, lo otro. (Freud lo formuló con otra pregunta: ¿qué es lo que quiere una mujer?).Al situar el valor artístico por encima de los accidentes humanos, la obra de arte, la buena literatura, se coloca en un terreno peligrosamente sagrado, incuestionable, metasexual. Y es precisamente en este punto donde surgen algunas preguntas otras: ¿cómo llegamos a reconocer el arte si es algo indefinible? ¿Quién o qué es capaz de discernir entre lo esencial y lo accidental en el arte? ¿Desde dónde se juzga el arte? ¿Cómo y por qué ese algo que llamamos arte adquiere una naturaleza metafísica y neutra (1)? ¿Tendrán algo en común estas preguntas con la primera?
Comparto las críticas de Soledad Puértolas a la tradición y al canon masculinos en la literatura universal, comparto la rabia y la indignación provocadas por las sospechas de toda índole que
Pasa a la página siguiente
Viene de la página anteriorprovoca el trabajo realizado por las mujeres en contextos marcadamente masculinos, pero no sus presupuestos teóricos sobre la naturaleza metafísica y metasexual del arte que, desde mi punto de vista, están precisamente en la base de todo este juego del doble rasero. ¿Estamos ante una contradicción ideológica de Soledad Puértolas por ser mujer y escritora? ¿No es ésta otra de las características atribuidas a lo femenino? ¿Por quién? ¿Para qué? ¿Hasta cuándo?.-
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