El líder socialista 'reaparecerá contra el PP en breve

Hubiera sido una sorpresa para todos, pero lo cierto es que elsecretario general del PSOE, Felipe González, tenía decidido, a principios del verano, prolongar durante varios meses más su

silencio frente al PP. Ahora ha cambiado radicalmente de opinión forzado por varias circunstancias. A últimos de septiembre ocupará el primer plano como jefe de la oposición.

La cierta desmoralización de su partido porque la espada de Damocles del caso GAL siga pendiendo sobre sus cabezas y el hecho de que el PSOE como colectivo no consiga que su labor como oposición llegue a la opinión pública son las razones fundamentales, según personas de su entorno.

González percibe que el partido no consigue "traspasar la barrera de la comunicación", algo que le parece algo injusto, y está dispuesto a dar la cara en breve como líder de la oposición.

El ex presidente acogió con aparente naturalidad la decisión del Tribunal Supremo de posponer todavía mes y medio más la decisión de si se le llamará o no a declarar por el secuestro de Segundo Marey. En su partido, sin embargo, esta demora les ha vuelto a atenazar y algunos dirigentes destacados reconocen que el fallo de la Sala Segunda del jueves pasado les pone plomo en las alas para hacer oposición. Incluso Joaquín Almunia, presidente del grupo parlamentario, un político considerado de la máxima solidez, admitía que esta situación afecta "psicológicamente" a toda la organización.

Datos para el ataque

Las personas del entorno de González afirman que ya está convencido de que tiene que estar en primera línea, y para ello va acumulando, todavía en silencio, datos de la labor del nuevo Gobierno sobre los cuales asentará sus réplicas contra Aznar. En Santiago de Chile auguró que la derecha pronto fracasará, porque sus políticas no serán legitimadas socialmente. Hablaba en general y sin citar a un país concreto, pero en voz baja se le escuchó decir que "los pensionistas ya están tomando nota". Ese día llegaba de España la confirmación de que tendrán que pagar quienes tengan una pensión superior a 100.000 pesetas, y 100 pesetas por cada receta quienes superen las 50.000. "Menos mal, a mi padre no le afecta",- comentó el ex presidente del Gobierno al tiempo que recordó que esa medida pudo haberla tomado hace dos años y no lo hizo.La oposición que hará Felipe González parece en principio que tendrá ciertos componentes de contención, ya que en algunas medidas estarán de acuerdo o se aproximarán a algunas de las políticas que él mismo llevó a cabo. "No podemos proponer políticas diferentes de las que hicimos en los últimos años", dijo en Montevideo.

En su papel de oposición, González tendrá siempre una autolimitación, ya que no piensa hacer corresponsable a CiU de lo que el Gobierno apruebe en el Boletín Oficial del Estado.

"Me siento absolutamente libre para hacer oposición", dijo cuando se le preguntó sobre si se sentía maniatado por el caso GAL. Su afán por demostrar que no es un político en retirada le ha llevado durante estos días a afirmar su convicción de que el PSOE le propondrá como candidato en las próximas elecciones. Aseguró que va a ahorrarse el esfuerzo de resistirse ante una batalla perdida.

En Montevideo ha ido algo más allá: "He tenido durante muchos años responsabilidades de Gobierno y si Dios no lo remedia, y creo que no se meterá en este tipo de cosas, las puedo volver a tener".